La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó la semana pasada en Ginebra (Suiza) el informe “Ganancias y pobreza: aspectos económicos del Trabajo Forzoso”.
Según el reporte, en el mundo hay 21 millones de víctimas de trabajo forzoso, cuya explotación genera ganancias de 150.000 millones de dólares anuales. De esta cifra, la mayor parte proviene directamente de la explotación sexual comercial, con unos 99.000 millones.
En América Latina y el Caribe, 1,8 millones de personas realizaban este tipo de trabajos, generando ganancias ilícitas anuales por 12.000 millones de dólares.
El resultado de las ganancias está dividido en cuatro categorías: explotación sexual, explotación laboral, trabajo doméstico y agricultura. Esta última categoría abarca la construcción, la manufactura, la minería y los servicios.
En América Latina y el Caribe, los resultados son los siguiente:
- Explotación sexual comercial: 10.400 millones.
- Trabajo doméstico: 500 millones
- Explotación laboral: 1.000 millones, abarcando principalmente al sector agrícola.
Factores que influyen a ser víctimas de trabajo forzoso
Cuatro son los factores que influyen a que una persona sea víctima de estos trabajos.
Una de ellas es la vulnerabilidad de los hogares a las pérdidas imprevistas de ingresos. Como son personas que viven bajo el umbral de pobreza alimentaria, ellos aceptan cualquier trabajo para satisfacer las necesidades del hogar. (Leer: Trabajos de calidad no crecen en Latinoamérica).
Otro factor es la falta de educación y el analfabetismo. “Los adultos con un nivel de instrucción bajo y los hijos de padres que no han recibido educación corren un mayor riesgo de caer en trabajo forzoso”, indica el informe. Además manifiesta que el analfabetismo reducen las oportunidades de empleo y los obliga a aceptar trabajos bajo malas condiciones.
El género es otro factor decisivo. Según estimaciones mundiales de la OIT, cerca del 55% de las víctimas son mujeres y niñas, tanto para la explotación sexual comercial como en el trabajo doméstico; trabajos que se convierten en negocios rentables para los explotadores. Aunque también indica que en otras actividades económicas, los hombres y los niños tienden a estar desproporcionadamente representados.
Finalmente la migración es un factor de riesgo importante. “La elección del país de destino así como la situación legal de los trabajadores migrantes determinan las probabilidades de ser víctimas del trabajo forzoso: una situación de migración irregular implica un mayor riesgo de exposición al trabajo forzoso”, menciona el reporte.
