Vender, vender y vender no es la única forma de hacer crecer nuestro negocio, hay diversas estrategias que se pueden implementar, una de las cuáles puede ser alzar el precio a tus productos sin miedo de perder tus clientes, lo que resulta más ágil y eficiente.
Es entendible si tienes miedo a usar esta opción, porque crees que perderás clientela, y decaerá tu negocio, pero es todo lo contrario. Todos los emprendedores saben lo que cuesta adquirir un consumidor y volverlo fiel a su marca, es por eso que no debemos dejar que se vayan.
Para ello se necesita la organización, ideas inteligentes e innovación si decidimos incrementar los precios de todo nuestro catálogo, o de solo una parte.
Innovar tu producto
Una de las cosas que debes de hacer es relanzar tu producto o servicio dándole un valor agregado, preséntalo como algo novedoso y que valga la pena incrementar unos porcentajes más de costo, un ejemplo puede ser que tengas tu negocio de jabones artesanales, puedes crear un versión más personalizada (que tenga el olor del perfume que le guste) y que sean entregadas en cajas biodegradables, al momento de publicar de nuevo tu producto debes ser muy detallista con las características de tu innovación, para que el cliente no piense que es el mismo de siempre.
Ofertas
Otro punto importante es hacer promociones por tiempo limitado o hasta agotar stock, que incluyan descuentos especiales. Es importante explicar al cliente cuál es el precio normal, para que entienda cuánto van a tener que pagar en el futuro.
Habla acerca de tu valor
Mientras que algunos clientes son muy sensibles al precio, la mayoría de la gente no compra solo pensando en el valor. Muchos se quedarán contigo si valoran tu producto o servicio lo suficiente. Así que aprovecha la oportunidad para recordar a la gente lo que están recibiendo.
Importante:
- Subir precios es un reflejo de tu crecimiento y evolución, a medida que creces, algunos clientes llegarán y otros se irán de forma natural.
- El aumento de tus tarifas compensará cualquier pérdida de ingresos de los clientes que se van.
- No tienes ningún control sobre la reacción de nadie, pero si sobre la tuya.
- Nunca es por ti.
Fuente: Mi Propio Jefe
