Una de las luchas constante del marketing es encontrar formas creativas de mostrar la publicidad de las marcas, procurando acercarse a los consumidoresy sin llegar a molestarlos. Ahora que los métodos tradicionales están siendo suplantados por los virtuales, y estos a su vez requieren de buenas tácticas que no saturen la interacción de los usuarios multipantalla con publicidad excesiva, los vendedores apuntan a otras estrategias que permitan conectar a los consumidores con la experiencia de la marca. Una de aquellas estrategias innovadoras es el street marketing.
Como su nombre lo indica (mercadeo en las calles, en español), esta estrategia de marketing se realiza en las calles y otros lugares públicos. Su objetivo es usar métodos no tradicionales en los espacios públicos para que una campaña publicitaria tenga mayor atención y acogida.
El street marketing se aprovecha de este espacio mediante la colocación de anuncios en lugares donde la gente no esperaría ver una publicidad. Por ejemplo, una persona esperaría ver una publicidad en una valla en la ciudad, pero jamás se imaginaría ver un anuncio en una tapa de alcantarilla.
La valla es común y descartable, pero mostrar la publicidad en una tapa de alcantarilla es tan inesperado que el público no solo lo vería, sino que se tomaría un momento extra para leer el anuncio y disfrutar de dicha novedad.
Pero los anuncios estáticos no son la única forma que toma el street marketing. La publicidad activa influye más en las decisiones de compra que la publicidad pasiva, y por eso muchas empresas emplean a embajadores de marca para que interactúen con el público y así refuercen su imagen. (Leer también: Marketing y reputación corporativa, una simbiosis).
Sin embargo, la única desventaja de esta estrategia es que puede ser difícil de planificarlo y ponerlo en práctica. En primer lugar, porque se tiene que encontrar una idea verdaderamente única; y segundo, porque se debe asegurar que el mensaje de la campaña sea vista y entendida por un gran número de personas. Si el anuncio es demasiado abstracto, su efecto se perderá en los espectadores.