La multinacional estadounidense Starbucks puso fin a su última campaña contra la desigualdad racial tras las numerosas críticas y burlas que se suscitaron entre los consumidores en las redes sociales.
Entre las estrategias de la campaña contra el racismo, una alentaba a los trabajadores de la cadena en Estados Unidos a escribir la frase «Razas Unidas» en los vasos que servían a los clientes. Pero, al parecer, la gente consideró de “ingenuo” la campaña e incluso de valerse de la tensión racial que se vive en dicho país.
El CEO de Starbucks, Howard Schultz, quien desató nuevamente la polémica por su incursión en temas delicados para la nación (recordemos el apoyo de Shcultz al matrimonio gay), defendió la iniciativa impulsada por la multinacional alegando que Starbucks no pretendía arreglar los «problemas raciales de hace siglos» en el país, sino más bien hacer una diferencia.
Apuntó, además, que los trabajadores no están obligados a participar en ella, y en caso de que los clientes no gustaran del mensaje, la cafetería tiene la obligación de ofrecerles una nueva bebida o cubrir los vasos. «No es un ejercicio de mercado o relaciones públicas», indicó Schultz.
La campaña contra el racimo fue impulsada a raíz de los sucesos ocurridos en Ferguson (Estados Unidos), donde un joven afrodescendiente fue asesinado por la policía. Pero con el transcurso de los días, la iniciativa fue ridiculizada en redes sociales por personas que la señalaron de “oportunista” o “inapropiada” para una cadena de cafeterías.
Objetivos de la campaña contra el racismo de Starbucks
La estrategia de marketing de esta iniciativa tenía como objetivo conseguir que los clientes de la cadena reflexionen y hablen sobre el rema del racismo mientras consumían el producto. Así, Starbucks pretendían incitar al debate social para tratar de concienciar a la gente.
Para conseguirlo, Starbucks se valió del eslogan: Shall we overcome? (¿Venceremos?, en español), y Racetogether (Razas unidas, en español) junto al logo de la empresa. Además, los camareros debían escribir “Racetogether” en todos los vasos, a la vez que debían explicar a los clientes el motivo de la frase y regalarles stickers con el lema.