Aunque ya pasó San Valentín, nunca es tarde para obsequiar un detalle. Y como la emprendedora quiteña Daniela Yánez (28 años) sabe que no a todos se nos da bien eso de pensar en qué regalar (y acertar), fundó una empresa para ahorrarnos las partiduras de cabeza: Special Moments, especializada en mimar a seres queridos a través de desayunos, canastas de dulces y otros ‘detallitos’ para hacer “que esas fechas importantes sean aún más especiales”, como reza el eslogan de este emprendimiento ecuatoriano.
Registrada como compañía hace un año, aunque en operaciones desde hace más, Special Moments se dedica a repartir regalos para aniversarios, cumpleaños, babyshowers y otras celebraciones bajo un modus operandi que facilita los procesos: todo lo que tiene que hacer el cliente es llamar a solicitar cómo quiere sorprender a su ser querido y la empresa se encarga de lo demás, o sea, preparar los regalos e irlos a entregar.
Daniela, chef de profesión, cuenta que la idea de crear este proyecto surgió a partir de pedidos que le hacían familiares y amigos. Y como la demanda crecía, amplió su mercado para receptar pedidos no solo de conocidos, sino de otras personas que, muchas veces, no tenían tiempo para ponerse a pensar en qué regalar y luego –por supuesto- poner en marcha sus planes.
Con un capital inicial de 100 dólares, la emprendedora compró canastas, frutas, peluches, chocolates y otros implementos que le sirvieron para atender los primeros pedidos. Hoy en día, sabe que su empresa camina hacia adelante porque factura, en promedio, 1500 dólares mensuales solo en requerimientos individuales, debido a que además hace poco empezó a ofrecer sus servicios para eventos y compañías, que como Gamavisión, Parmalat y Miss Ecuador figuran en su cartera corporativa.
Para darse a conocer, además de la publicidad boca a boca, Daniela ha usado canales como Facebook y Twitter. Gracias a esta exposición virtual, ha logrado incluso conseguir clientes fuera de su ciudad, en Guayaquil y Cuenca.
Los planes a mediano plazo para Special Moments, revela Daniela, incluyen abrir una tienda en Quito, en el Valle de los Chillos. La fecha o el lugar son cuestiones aún no definidas, pero que pronto se resolverán gracias a la ambición de esta emprendedora que para fundar su negocio abandonó un trabajo estable en un banco. Es que “no hay nada mejor que un negocio propio”, finaliza Daniela.