No es necesario tener todos. Ni tampoco existen universidades donde se den cursos de cómo ser emocionalmente inteligente. Es algo mucho más sencillo y que se aprende con el trato, el tiempo y la práctica.
Afortunadamente, esta clase de inteligencia es adquirible pero no mediante libros o grandes charlas, así que te damos algunas claves para que lo puedas identificar fácilmente.
Signos de ser una persona con inteligencia emocional:
Te concentras en lo positivo
Contratiempos van a surgir siempre, pero eres una persona auto-motivada y seguirás moviéndote por tus metas incluso en cuando aparezcan momentos complicados. Tienes una perspectiva positiva de futuro y eso, querido amigo, es fundamental.
Te rodeas de personas entusiastas
Aunque no lo creas, rodearte de negatividad no ayudará a focalizarte en las cosas buenas. La gente con la que te rodeas puede ser otro factor. Por eso, las personas con inteligencia emocional saben bien a quién quieren a su alrededor y en su círculo social. No pierden el tiempo con gente que no le aporta nada bueno y saben elegir bien con quién quieren estar.
Sabes empatizar con la gente
Otra cosa importantísima es la empatía (tanto tuya como de la gente con la que te rodeas). Estar dispuesto a compartir preocupaciones y a admitir abiertamente otras emociones no es fácil, pero si eres una persona con inteligencia emocional, entonces sabes de lo que estamos hablando. También cuenta el hecho de sentarse, escuchar a la persona y, lo más importante, entender sus emociones.
Propones soluciones
Todo es cuestión de cómo veas el vaso, ¿medio lleno o medio vacío? No podemos huir constantemente de los problemas, pero podemos afrontarlo sin que nos cueste un bajón emocional, es decir, con positividad y pensando que todo va a salir bien. Uno debe ser resolutivo. Llorar y esperar a que se solucionen las cosas nunca es efectivo.
Resuelven los problemas sin ira
No hace falta hacer las cosas enfadado. Si algo ha pasado, la ira no hará que lo solucionemos antes y, sinceramente, es un malgasto de energía innecesaria, ¿no crees? En serio, ¿para qué estar malhumorado todo el día?
Aprendes de tus errores
Esto es así porque tienes un conocimiento sólido de tus sentimientos y emociones, de tus fortalezas, debilidades y sabes bien qué es lo que te redirige a ellas. Por eso, cuando metes la pata, sabes siempre redirigir tu vida, porque tienes claro tus valores y tus metas. Estás dispuesto a hablar de ti mismo con total sinceridad y sin estar a la defensiva.
Estás en constante aprendizaje
Tiene mucho que ver con eso de ‘aprender de tus errores’. Sabes que en la vida, uno no para de aprender, de empaparse con la experiencia. Cada capítulo es una nueva enseñanza, una nueva lección. Y tu sed de conocimiento es muy fuerte.
Buscas la felicidad
John Lennon dijo una vez: «cuando yo tenía cinco años, mi madre siempre me decía que la felicidad es la clave para la vida. Cuando fui a la escuela, me preguntaron qué quería ser de mayor, y yo contesté ‘feliz’. Me dijeron que no entendía la pregunta. Les dije que no entendían la vida». Esta declaración, una de las más famosas del Beatle, es también la filosofía de otros tantos. Las personas con inteligencia emocional quieren ser felices ante todas las cosas.
LEE: Señales que demuestran tu falta de inteligencia emocional.