Existen dos enemigos del éxito: el miedo y la zona de confort. Pese a que estas dos características tengan cualidades distintas, existe un punto común entre ambas que afecta a todo emprendimiento. Esto es, la imposibilidad de avanzar.
Cuando uno tiene miedo no se arriesga, precisamente por el temor a fallar. Cuando uno está en su zona de confort, entendiéndolo como el ambiente ‘ajeno’ que te brinda seguridad y comodidad, uno tampoco se arriesga por no querer perder ese sitio conocido. Y aunque uno puede arriesgarse para construir su propia zona de confort y ver el éxito en ello, existen personas que optan por no hacerlo.
Temerario, osado, valiente, atrevido… existen muchos signos que muestra un emprendedor y que tienden a categorizarlo. Pero que, finalmente, se resumen en una sola palabra: arriesgado. Y un emprendedor se arriesga para alcanzar el éxito.
Por eso a continuación te presentaremos tres consejos básicos para que puedas salir de esa zona de confort que te brinda el medio, y construyas el tuyo.
Consejos para salir de tu zona de confort
Enfrenta tus miedos. Si bien el miedo es un mecanismo del cuerpo que nos permite estar alerta en todo momento, su falta de control es un gran defecto para el éxito. Es verdad que existen miedos que se justifican, pero hay otros que no y que son los que hay que evitar porque paralizan nuestros sueños. Si uno logra vencer ese miedo, uno encontrará el éxito. Pero no entendiéndolo únicamente como el hecho de ganar dinero, sino ganar experiencia. La experiencia es la principal herramienta para emprender, y si en un momento fracasaste, la experiencia te ayudará a mejorar.
Actúa. No pierdas el tiempo pensando cómo te iría en el futuro mientras ves televisión. Deja de pensar tanto y actúa. Tampoco esperes a que tus padres te ayuden. Si bien ellos son los mejores apoyos para seguir adelante, también son quienes crean tu zona de confort. Y aunque no es su intención, es preciso que comiences a crear la tuya propia.
Ten confianza en ti. A lo largo de la vida habrán personas que te critiquen y te digan qué no sabes hacer o qué no debería hacer. Olvídate de ello, pues estos son los principales inconvenientes para salir adelante. “Decidir es matar momentos para crear momentos”, dijo Gustavo Aréchiga para Forbes. Y la creación de un momento comienza en ti. Confía en ti y en lo que sabes hacer; si te gusta y lo quieres, no existirán palabras que te detengan.