Dar una buena retroalimentación a los empleados es la herramienta más efectiva para mejorar la productividad en nuestro negocio. Sin embargo, esta acción debe ser recíproca: una crítica bien sustentada por parte del empleador, y una buena actitud para recibirla por parte del empleado.
Lamentablemente no siempre se cumple este ciclo, y los empleadores terminan lidiando con peleas o malos entendidos con sus trabajadores. Frente a este panorama, el portal Mashable enlistó tres diferentes perfiles de trabajadores que no suelen acatar la retroalimentación de la mejor manera, y señaló algunas pautas para lidiar con ellos.
A continuación te los presentamos.
¿Cómo dar retroalimentación a los empleados más difíciles?
1. Empleados con respuestas emocionales. Este tipo de empleado es aquel que llora o refunfuña cuando se le dice lo que hizo mal. Para lidiar con ellos, el primer paso es evaluar si la respuesta del empleado es rutinaria o fuera de lo común.
Si un empleado que por lo general toma la retroalimentación con calma se ve un poco lloroso, entonces hay algo más en juego. Lo mejor que se puede hacer en esta situación es dejar la retroalimentación para otro día y darle al empleado el respiro que necesita.
Pero de lo contrario, si el empleado pierde regularmente el control de sus emociones, entonces debes hacer frente a su incapacidad para escuchar la crítica: comienza por aclararle la importancia de la retroalimentación y el valor que tiene para él como empleado; luego indícale que la crítica constructiva es una parte normal del crecimiento profesional, y finalmente, hazle la observación. Todo con calma.
2. Empleados que se ponen a la defensiva. Aunque pueda encasillarse en la categoría de emocional, estos casos son bastante especiales. Y la razón es porque están convencidos de que no hicieron nada malo, o cuando se dan cuenta, tratan de explicar porqué sus acciones han sido infalibles. En estos casos, la mejor solución es escucharlos en primer lugar, y luego aclararles las razones del porqué no está bien lo que hicieron.
3. Empleados que no entienden. Este tipo de trabajador toma la crítica de buena manera, pero el problema es que continúa cometiendo el mismo error una y otra vez. Para remediar esto, debes asegurarte de que tu retroalimentación sea clara y que incluya ejemplos y pasos a seguir para que lo entienda mejor.