Emprender un negocio propio siempre es atractivo. Ser completamente independiente, construir una idea y convertirla en realidad no solo suena bien sino que es el sueño de muchos ecuatorianos hoy en día. Pero ya sea un negocio pequeño como una tienda o algo más grande como una empresa con varios empleados, muchas personas ignoran todo lo que significa tener un emprendimiento que funcione.
Hay varios factores que se deben tener en cuenta a la hora de emprender. Debes pensar en un local u oficinas, la logística para poder atender a los clientes, el pago a proveedores y muchos otros temas operativos según tu línea de negocio. Si es que resumimos todos estos y nombramos los más importantes podríamos agruparlos en 3: una idea ganadora, un público bien definido y una base económica firme.
La idea ganadora
El primer problema que enfrentan los emprendedores es tener una idea ganadora. En un mercado emergente como el ecuatoriano es raro ver ideas innovadoras que cambien la forma de ser o de pensar de la gente. La mayoría de negocios comienzan imitando ideas de otras partes o incluso repitiendo productos y servicios que parecen tener gran acogida.
El problema con eso es que, al entrar en un mercado donde ya existe mucha competencia, la única diferencia que puede aportar tu empresa es el precio. Cuando la competencia entre negocios solo se basa en precios, los grandes perdedores son los mismos empresarios, quienes tienen que disminuir sus ganancias drásticamente para poder seguir siendo relevantes.
En cambio, si tienes una idea que transforme de alguna forma al mercado existente, tendrás muy poca competencia y podrás poner tus propias condiciones a la hora de comercializar tus productos o servicios. Con esto no queremos decir que tendrás que hacer una gran invención o descubrimiento para tener un negocio exitoso. Lo que decimos es que tu idea tendrá que aportar algo nuevo, algo que le falte a tu competencia. Aunque sea un detalle pequeño, esa innovación hará que te diferencies y ganes un espacio único con tus clientes.
Conoce a tu público
Para poder saber cuál es aquel detalle que te hará triunfar es necesario que conozcas a tu público. Tienes que saber sobre ellos y ellas, sus costumbres y todos aquellos detalles que te darán una imagen clara de cómo son. ¿Qué les gusta? ¿Qué les disgusta? ¿En dónde están dispuestos a pagar un poco más? ¿Qué es algo que no sacrificarían a la hora de comprar tu producto o servicio?
Estas son solo algunas preguntas que tendrás que hacerte para poder entender a tu público completamente. Cuando hayas determinado su rango de edad, sus preferencias y hábitos de consumo y todos los detalles antes mencionados podrás pensar en cómo hacer una oferta de valor que les resulte interesante y por la que estén dispuestos a pagar.
Seguridad económica
Podría decirse que el reto más grande que tienen que superar los emprendedores es el asegurar el dinero del que disponen para hacer su sueño realidad. Antes de iniciar el camino que te hará cumplir tus objetivos debes pensar a futuro y analizar las necesidades que tendrás a corto y largo plazo.
Aunque parezca obvio, la mayoría de emprendedores no tiene una idea clara de cuánto dinero necesita para operar y por eso el día a día empresarial puede volverse muy complicado. Aún si has logrado tener un plan de negocios sólido y bien pensado siempre hay imprevistos y, cuando un negocio nace, no es muy común que tenga ingresos constantes y asegurados a mediano o largo plazo. Es por eso que muchos negocios optan por conseguir financiamiento externo ya sea en forma de accionistas e inversionistas o en forma de créditos.
Tener un capital asegurado para iniciar un negocio es una decisión inteligente. Con ese dinero podrás cubrir los gastos más emergentes e importantes como la compra de equipos, pagos de sueldos por los primeros meses, compra de materia prima y muchos otros.
Si te has decidido por buscar gente o empresas que quieran apoyar tu idea con dinero, ten en cuenta de que, al hacerlo, estarás cediendo parte de tu posible empresa a otras personas. Eso no necesariamente es malo, mientras tengas muy claros los límites, responsabilidades y obligaciones de todos quienes participen en tu negocio. Al final del día, tendrás que responder a más de una persona y, si quieres mantener todo en un buen tono, recuerda aquel dicho popular que dice: “cuentas claras mantienen amistades largas”.
Si has planificado bien tu negocio, podrás darte cuenta si un préstamo es la mejor opción para ti. Considerando las tasas de interés, el plazo para pagar y el monto de tu préstamo tendrás información suficiente para saber cuánto y cómo tendrás que pagar y así podrás enfocarte en conseguir clientes y vender tus productos y servicios con la tranquilidad de tener las bases cubiertas y el dinero que respalde tu operación.
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¿Cumples los requisitos para emprender? Si es así, te deseamos éxitos.
Fuente: PrensaBancodelPacífico.
