La empresa informática con sede en Mountain View, Symantec, reveló este domingo la existencia de un sofisticado malware que ha estado afectando a varias organizaciones gubernamentales, empresas privadas y equipos de investigación de todo el mundo. Se trata de Regin, un virus informático que ataca a Windows y que ha sido investigado por Symantec desde mediados del año pasado.
Según se desvela del informe, Regin es un troyano modular que posee una arquitectura multietapa. Esta estructura le permite introducirse en los sistemas mediante cinco etapas, donde cada una revela una mínima información sobre todo el conjunto del programa. Así, este virus se vuelve más difícil de detectar. (Leer: Los malware prefieren Android).
“Regin es una pieza compleja de malware cuya estructura muestra un grado de competencia técnica pocas veces visto. Es personalizable, con una extensa gama de capacidades en función de su destino, posee un marco de gran alcance para la vigilancia de masas y se ha utilizado en operaciones de espionaje contra organizaciones gubernamentales, operadores de infraestructuras, empresas privadas e investigadores”, agrega el informe.
Debido a su gran complejidad, la empresa informática especula que Regin fue desarrollado por una nación o más de una, y que posiblemente haya sido de Occidente. Para la creación del software, se piensa que debió tomar entre meses o años.
Así mismo, Symantec también detalla que este virus ha sido utilizado desde el 2008, y una nueva versión resurgió en el 2013. Hasta el momento, casi la mitad de los equipos donde ha sido encontrado este virus pertenecen a proveedoras de Internet.
Países infectados por Regin
Los expertos creen que la mayor cantidad de las computadoras infectadas están en Rusia, Arabia Saudita, México e Irlanda. También se registró en India, Afganistán, Irán, Bélgica, Austria y Pakistán. Pero aun no se detecta en Estados Unidos ni en China.
Así mismo, casi la mitad de todas las infecciones está dirigido a empresas pequeñas y particulares.
Los ataques a las empresas de telecomunicaciones parecen que están diseñadas para tener acceso a las llamadas a través de su infraestructura.
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