Todo negocio, especialmente uno nuevo, debe tener un motivo por el que su emprendedor se esfuerce para sacar adelante un producto o servicio. Aquí hay cinco razones para tener propósitos en tu negocio.
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5 razones para tener propósitos en tu negocio:
1. Un propósito para ti. La vida es muy corta e importante como para solo registrar la entrada y salida del trabajo, aunque seas el dueño. En algún punto de tu carrera llegará un día en el que te despiertes y te preguntes «¿Qué estoy haciendo realmente?». En este momento es cuando sabrás si sigues motivado. Sin embargo, si respondes esa pregunta y esa aclaración refleja un propósito mucho mayor, tendrás la energía e inspiración para continuar no solo ese día, sino el resto de tu vida.
2. Un propósito para tus empleados. Tus trabajadores o compañeros de trabajo no son tan diferentes. También quieren sentir que están contribuyendo a un bien mayor. Depende de ti dar a conocer este objetivo, no solo para que una persona lo entienda, sino para que toda la organización esté unida y moviéndose en la misma dirección y por la misma razón.
3. Un propósito para tus clientes. ¿Crees que la gente compra tus productos solo porque tu negocio tiene un gran propósito? No creo. La mayoría de las personas necesitan obtener beneficios específicos y tangibles de sus compras. Aunque esto se consiga, muchos consumidores (como millennials) están ansiosos de apoyar a organizaciones que van más allá de las necesidades de los otros.
4. Un propósito para tu comunidad. Tu comunidad puede ser un pueblo pequeño o una gran ciudad en la que opere tu negocio. En muchas formas la empresa representa la mejor forma para lograr un cambio en la comunidad. Aunque la ayuda económica es muy buena, si el negocio tiene un propósito, la influencia puede multiplicarse de una forma exponencial.
5. Un propósito para tu… (llena el espacio). Todo individuo tiene alguna otra razón además de las otras cuatro para querer cumplir un propósito mayor. Para algunos es la fe, para otros es cumplir una promesa a la familia, un amigo o a inversionistas. Sin importar el motivo, hay por lo menos una razón realmente importante para perseguir un objetivo en particular.
