Así que quieres andar con un emprendedor. Es un camino complejo, más si tu mismo no estás empezando un negocio, porque tenemos hábitos raros y características extrañas. No te asustes. Salir con un emprendedor es genial, pero hay algunas cosas que debes saber.
1. Leemos MUCHO sobre negocios y desarrollo personal
Los emprendedores rara vez llegamos a un punto en el que estemos satisfechos con nuestro progreso personal y profesional. Como resultado, nuestros libreros están llenos de memorias, autobiografías y análisis de grandes innovadores y nuestros marcadores online están repletos de libros digitales y herramientas de mejora emocional.
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2. A veces nos cuesta trabajo “apagarnos”
Para nosotros el trabajo no se queda en la oficina. Siempre tenemos cosas que hacer y una lista de pendientes que siempre estamos atacando. Puede ser difícil convencer a un emprendedor de que se relaje.
3. Siempre estamos pensando en el dinero
No es que seamos tacaños, más bien tratamos de usar nuestro capital de manera inteligente. Sabemos más de deducción de impuestos que nadie porque todo tiene que tener una estrategia.
4. Analizamos si las cosas merecen nuestro tiempo
Como nuestra lista de pendientes nunca está vacía, lo último que queremos es perder el tiempo en algo que no sea disfrutable o productivo. Cada asunto en nuestra agenda está cuidadosamente calificado. Por eso, si pasamos tiempo contigo, es porque realmente queremos hacerlo.
5. Definitivamente no trabajamos de 9 am a 5 pm
Los dueños de negocios tenemos que cubrir una serie de roles: mercadólogos, creadores de contenido, vendedores, líderes, atención a clientes, y la lista sigue. Nuestros días difícilmente caben en una rutina de 9 am a 5 pm como otras profesiones, lo que significa que es muy probable ver llegar tarde a un emprendedor (cargando con su laptop) o que se despierte en la madrugada para trabajar en un plan de negocios.
6. Hacemos muchísimas preguntas
Los emprendedores nunca dejamos de aprender. Incluso si el tema no tiene que ver con nuestro negocio, somos naturalmente curiosos y hacemos millones de preguntas para obtener el mayor conocimiento posible. Al salir con un emprendedor, estarás con alguien que sabe mucho y que te impulsará a seguir aprendiendo.
7. No hacemos ‘click’ con las personas flojas
Los emprendedores tendemos a rodearnos de personas inspiradoras para mantener nuestra motivación. Nos encanta ‘rebotar’ ideas con otros emprendedores e innovadores, sobretodo con las personas que nos pueden enseñar a trabajar mejor. Las personas flojas nos desmotivan.
8. Somos ‘todólogos’
¿Recuerdas que mencioné que los emprendedores siempre tienen ganas de aprender? El resultado es que prueban de todo. Una persona muy motivada puede inspirar a personas con diferentes habilidades.
9. Vivimos para lograr cosas
Los emprendedores estamos trabajando constantemente para alcanzar una meta (muchas veces varias a la vez). Cada logro nos da el impulso para dar el siguiente paso. Tu apoyo en este proceso será indispensable.
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10. Somos espontáneos
La falta de un horario de 9 am a 5 pm, los cambios constantes en las responsabilidades y la mentalidad de hacer las cosas pase lo que pase asegura que no hay un momento aburrido con un emprendedor. Cuando una buena idea llega, la perseguimos y esperamos llevarte con nosotros.
11. Vas a aprender mucho de emprendimiento
Las historias, triunfos y problemas que tu pareja te comparta te enseñarán mucho acerca de su industria. Tal vez no está entre tus planes tener tu propia startup, pero la experiencia de segunda mano te hará un “emprendedor honorario”.
12. Somos buenísimos para las sorpresas
Volvemos a la espontaneidad. Los emprendedores naturalmente ponemos atención a las cosas que pueden cambiar el mercado, así que puedes esperar sorpresas más allá de flores y chocolates (y solemos tener muy buen tino).
13. Es difícil explicar lo que hacemos
Claro, puedes decir que tu pareja es emprendedora, pero a veces tendrás que elaborar más en la respuesta. A veces deberás decir el nombre del negocio de tu pareja, lo que hace, por qué lo hace… y antes de que te des cuenta habrás hablado por más de 10 minutos.
14. Verás películas como La Red Social y Piratas de Silicon Valley
Los emprendedores amamos ese tipo de filmes que retratan la vida de las personas que admiran. Podemos ver cintas biográficas como Jobs o dramas inspiradores como En busca de la felicidad.
15. Nuestras emociones cambian constantemente
Los emprendedores nos alimentamos del éxito y nos desesperamos cuando tarda en llegar. Todos pasamos por este tipo de cambios, pero suelen ser muy drásticos para los dueños de negocios. Podemos estar felices un momento y enojados al otro.
16. Deberás recordarnos que estamos haciendo demasiado
Como somos ‘todólogos’ tendemos a entrar en cuanto proyecto nos llega al escritorio. Es una gran manera de conocer personas interesantes y aprender, pero también puede llevar a tener burnout, por lo que deberás ser su red de seguridad.
17. Necesitamos una pareja que sea buena para cuidarnos, darnos espacio, perdonar y divertirse
Nuestras agendas erráticas y sueños de grandeza son más complicados de lo que muchos creen. La pareja perfecta de un emprendedor apoya sus objetivos, le da espacio, perdona por trabajar mucho y sabe sacarle provecho a los tiempos libres. En cambio, los emprendedores les daremos el mundo entero.
18. Pensamos en ti y nos interesas más de lo que crees
Las razones de arriba provocan que no muchas personas aguanten salir con un emprendedor, por lo que si tú decides hacerlo, serás mucho más apreciado. Tu amor y dedicación significan más para nosotros de lo que podrías imaginar.
La vida de un emprendedor es una montaña rusa de emociones. ¿Te atreves a vivirla?
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