Los más grandes inventores y empresarios admiten haber fallado en algún momento de sus carreras, pero Richard Christensen, empresario y autor de El Principio Zigzag, dice que fallar es parte del proceso de conseguir el éxito, pero que a veces no estamos debidamente equipados para fallar eficientemente, por eso es necesario realizar una prueba tus ideas de negocios.
Él usa la analogía del esquí para enseñar a los empresarios a tomar desvíos deliberados en el camino para lograr el éxito y evitar fallas que puedan llevar a la ruina económica y personal. “Cuando hacemos esquí, no tomamos los esquís y nos lazamos a las montañas sin antes analizar cuáles son las partes de riesgo”, dice Christensen.
Este enfoque, sostiene este experto, es radicalmente diferente al que la mayoría de escuelas de negocios enseñan. “En los negocios, se nos enseña a hacer un análisis de desempeño y establecer algún gran objetivo e ir directamente hacia él. Y luego nos preguntamos por qué sólo una de cada diez pequeñas empresas alcanzan lo que se propusieron”, menciona.
Disminuir la velocidad y la alteración del curso en lugar de demoler su camino hacia una meta, a través de un proceso que él llama zigzagueando, no ayuda a lograr el éxito del negocio, pero asegura de que si la idea fracasa, fracase eficientemente.
Prueba tus ideas de negocios con su forma zigzagueante para lograr el éxito:
Piensa primero en la rentabilidad
Christensen recomienda a las nuevas empresas que piensen en la rentabilidad. “Piense en la forma más rápida de llegar a la rentabilidad, aunque sea una leve desviación de su objetivo general”. Al decidir una cantidad de recursos que estás dispuesto a arriesgar por probar una nueva idea dentro de la empresa, Christensen recomienda dedicar el 65 por ciento de dicho capital hacia la unidad de rentabilidad, el 25 por ciento hacia los recursos incluyendo el personal y el 10 por ciento a escala.
Sé eficiente
El plazo que se le da a cada negocio es diferente, y depende de la cantidad que se está dispuesto a invertir la empresa. “Lo que muchas personas hacen es que pasan un año, cinco años o diez años, sin definición persiguiendo una idea, a continuación se dan por vencidos y han desperdiciado todo ese tiempo y recursos. Al menos si no se llega a la rentabilidad de inmediato, no ha gastado un montón de dinero y años de dedicación», por eso la necesidad de establecer un tiempo límite con la ayuda de un plan de negocios.
Fija tu atención en los objetivos
Después de alcanzar la rentabilidad (el primer zig), Christensen lleva a sus empresas a su primer zag, destinando el 65 por ciento de los recursos del personal y de estructuras, 25 por ciento a la escala (ampliación o franquicia) y el 10 por ciento de la rentabilidad. Zigzagueando los recursos, rotando la rentabilidad le dará vida a la empresa.
Baja la velocidad
Se necesita tiempo para alcanzar el objetivo final. Estableciendo objetivos claros la empresa dispone de una mayor estabilidad. “Usted encontrará todas las pepitas ocultas de oro a lo largo del camino”.