Como empresario, ser el jefe puede ser una alegría y una carga. Tú eres responsable de las decisiones difíciles sobre cómo mantener tu relevancia en el mercado, cuándo tomar una deuda más, o cómo manejar una crisis económica. De modo que aprender a prosperar y crecer en las situaciones difíciles es esencial para tu éxito como emprendedor.
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Para conquistar situaciones difíciles y hacer crecer tu negocio, prepárate para manejar el reto mental y emocionalmente. He aquí tres consejos para ayudarte a hacer lo siguiente.
Crea conciencia de ti mismo.
Cada líder se enfrenta a conflictos constantes, pero los problemas surgen cuando el miedo y la duda se hacen cargo. Para evitar que eso suceda, se consciente de tu estado emocional. Si realmente puedes prestar atención a tus miedos y tratar con ellos, entonces puedes ser mucho más eficaz.
Para llegar a ser consciente de tus miedos, busca signos de resistencia o ira desplazada. Tú podrías estar postergando una decisión, argumentando sin escuchar a la otra parte, o atacando a tu familia. Pregúntate a ti mismo ¿Qué es lo que está pasando aquí ? ¿Qué temo que pasará? ¿Qué estoy diciendo a mí mismo acerca de esta situación? y ¿es productivo? Con la construcción de esa conciencia, a recuperar el control de la situación.
Confía en tu capacidad de aprender
Aquellos que adquieren retos mantienen con mayor eficacia la firme creencia de que pueden aprender y crecer, adaptándose a manejar cualquier situación; ellos rechazan la idea de un talento innato en favor del trabajo duro y el hambre de aprender. Esa actitud les ayuda a manejar los retos difíciles en calma.
Cuando te enfrentas a una situación difícil, recuerda que puedes cambiar y mejorar. Pregúntate a ti mismo, ¿qué puedo hacer de forma proactiva en esta situación para hacer realmente lo mejor fuera de ella?». Si eres humilde acerca de tus vacíos de conocimiento y optimista sobre tu potencial para crecer, entonces los conflictos serán oportunidades para convertirte en un mejor líder.
Estate listo para reinventarte
Los conflictos son momentos que exigen un cambio, por lo que cualquier buen líder debe ser adaptable a fin de perseverar. Tienes que reconocer que lo que te llevó al éxito antes puede no conducirte al éxito en el futuro.
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Con el fin de prosperar, puede que tengas que hacer cambios significativos en tu estilo de liderazgo o tu negocio. Para abrazar esa flexibilidad, recuerda tu misión y la pasión que sientes por tu trabajo. Al centrarte en el objetivo final, puedes comenzar a desprenderte de solo una forma de llegar hasta allí, lo que permite más libertad para explorar diferentes medios para el mismo fin».
