El cargo de Andrea Luzuriaga en una firma multinacional le exigía viajar constantemente; un estilo de vida en el que resultaba difícil dedicar tiempo al cuidado de su cabello.
Por lo general, salía a trabajar con el cabello aún mojado o recurría a la plancha para alisar. A finales del 2019, Luzuriaga junto a su amiga de infancia, Paola Yépez, idearon unos producto que ayudara a las mujeres en el cuidado de su cabello.
Luego de realizar algunas pruebas con diferentes tipos de cabelleras, en mayo del 2020 lanzaron Towel Hat, un gorro de baño, en tela de toalla. Ese fue el primer producto de Towels & Towels.
Con una inversión de USD 100, destinada a la compra de telas, mandaron a elaborar los primeros 50 gorros.
Sin embargo, la estimación se quedó corta. Durante la primera semana, próxima al Día de las Madres, les solicitaron 111 unidades, a través de sus canales de venta en línea.
Towel hat multifuncional
El artículo se lo fabrica en toalla 100% algodón y viene con elástico ajustable. Lo ofrecen en 12 colores.
Sus funcionalidades para el cuidado del cabello son diversas: secarlo al salir de la ducha; protegerlo al bañarse si no se desea mojarlo; cubrirlo luego de aplicar un tratamiento capilar o un tinte para mayor penetración del producto.
Además, es útil para dejar el rostro descubierto en su totalidad al aplicar tratamientos faciales o maquillaje.
Otro producto de Towels & Towels es un cintillo elástico, también en tela de toalla, que sirve para cuando las mujeres se lavan el rostro, se maquillan o aplican tratamientos para el cutis. Son fabricados en dos talleres textiles.
Uno de ellos es Confecciones Ren-Kriz, ubicado en la parroquia La Merced (Quito), integrado por cinco mujeres.
Su propietaria es Margoth Morocho. Los artículos de la marca de cuidado personal se venden en supermercados Santa María, en Quito e Ibarra, y en siete tiendas especializadas en productos para el cabello o maquillaje, de diferentes ciudades del país.
Además, la marca ofrece la oportunidad a mujeres de ser distribuidoras de sus productos, ganándose una comisión por artículo vendido. Andrea Moya es cliente y distribuidora en el Valle de Los Chillos.
En mayo del 2020 les compró dos Towel Hat.
“Al ver que sus productos tenías potencial, les propuse distribuirlos. Vendo entre 20 y 30 gorros o cintillos por mes. Ayudan mucho a la mujer, son prácticos y fáciles de usar”, comenta.
Janneth Pilicita es propietaria de Janny Beauty Artist, un estudio para novias, en Quito, con una “clínica capilar”. Desde hace dos meses, vendé los Towel Hats en su local y los utiliza para la aplicación de tratamientos capilares.
El gorro tiene un precio de USD 10 y el cintillo de USD 4. Al mes, la marca factura cerca de USD 3 000.
Fuente: Revista Líderes