Si hubiese algún galardón que dar al alimento más completo competiría por él la quinua, que tiene 10 de los 20 aminoácidos que el cuerpo humano necesita. La FAO, la Organización de Agricultura y Alimentación, organismo internacional de las Naciones Unidas, viene impulsando este cereal desde 1996 como uno de los que se proyecta con mejor futuro a nivel mundial y junto a la ONU declararon al 2013 como el año internacional de la quinua.
Desde hace 14 años, este producto es promovido por varias comunidades en Ecuador, que empezaron siendo cinco y hoy ya suman 86, según recuerda Patricio Juela, gerente de Sumak Life, empresa de ERPE (Escuelas Radiofónicas Populares del Ecuador) que se dedica a la compra y producción de varios derivados de la quinua como: café, galletas, fideos, infusiones, chocolate, barras enegéticas entre otros. Todo esto en Riobamba, provincia del Chimborazo, donde según datos del III Censo Nacional Agropecuario del año 2000, se da el 70% de la producción de quinua en el país.
Producción que actualmente tiene estándares de calidad que han facilitado la comercialización del cereal a otros países.»Tenemos contratos internacionales. Exportamos de 23 a 24 contenedores al año y eso representa más de 400 toneladas anualmente. Los principales compradores son Alemania, Estados Unidos, Francia y un poco a Inglaterra», explica Juela sobre este emprendimiento comunitario que empezó con la financiación del Fondo Canadiense y la asistencia técnica alemana, apoyo que se mantuvo hasta el 2001.
Desde entonces, el fortalecimiento lo han dado los cantones que se han ido sumando al proyecto de exportar quinua de calidad. Entre los que se destacan: Guano, Colta, Riobamba, Guamote y una parte de Alausí, según comenta Fanny Cucurí (36 años), técnica agrícola de ERPE quien añade que la quinua, a más de ser propia de la zona, tiene el potencial necesario para empezar a producirse a gran escala.
«Era un producto que ya se estaba perdiendo en el mercado, casi no lo compraban, la gente solo producía para su consumo», cuenta Cucurí sobre los inicios de capacitación y motivación a las comunidades.
Considerando que en Ecuador, «el 90% de la quinua es producida por pequeños productores de la Sierra, una de las zonas más pobres. En este sentido la quinua resulta un cultivo estratégico para favorecer a poblaciones y zonas vulnerables», según reseña «el informe sobre los rubros de quinua, chocho y amaranto» de Jacobsen y Sherwood, científicos europeos, en el 2002, en el libro Cultivo de granos andinos en Ecuador.
Autores que también sugieren en dicha publicación la inclusión de la quinua como parte de la alimentación escolar ecuatoriana debido al incremento de la demanda nacional del producto; iniciativa que en su momento fue sugerida por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
Pese a ello, en el mapa mundial de importación y exportación que maneja el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca en su página web, no se incluye a la quinua entre los principales cereales que generan ganancias.
Sin embargo, iniciativas como las de Sumak Life junto con ERPE demuestran que las proyecciones de este alimento son hacia el alza. «Empezamos en el año 1998 a exportar el primer contenedor con 27 toneladas, en ese tiempo teníamos como 25 ó 30 productores. Ahora contamos con más de 300 familias productoras de quinua», detalla Juelas, lo que les ha valido el apoyo del Ministerio de la Coordinación de la Producción Empleo y Competitividad en el área de la agroindustria, por medio de maquinarias y refuerzos tecnológicos.
Crecimiento que también se visibiliza en las estadísticas del Banco Central del Ecuador, que recoge las exportaciones de la quinua durante el mes de mayo de los últimos tres años: En este mes, en el 2010, se reportan 2. 087 toneladas de quinua exportadas; en el 2011, 2. 386 toneladas y en el 2012 subieron a 2. 427.
«En este sentido los nichos del mercado orgánico y del comercio justo ofrecen interesantes alternativas y mejores precios al productor, por lo que el precio de la quinua orgánica en el 2010 fue de US$ 3,1/kg, muy por encima de la soya (US$ 0,4/kg) y del trigo», de acuerdo al Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBC), ya que Bolivia es el mayor exportador de quinua a nivel mundial, seguido por Perú y Ecuador.
«La idea es empezar la producción a gran escala de barras energéticas, bebida de quinua, galletas de quinua y fideos de quinua, que busca impulsar el gobierno», finaliza Juela, quien asegura que la demanda existe y que hay unas 1000 toneladas insatisfechas de este cereal que busca hacerse espacio entre los emprendimientos de pequeños y medianos productores no solo internacional sino localmente.
Como es el caso de Gabriela Tenemuela (27 años) que en Riobamba lleva adelante su negocio dedicado a la venta de derivados de quinua. «Al principio las personas decían que no, que eso era solo para enfermos, pero se van dando cuenta que es saludable y lo pueden consumir. Nos hacen pedidos, sobre todo de empanadas y pan», expone. Ejemplo que evidencia el crecimiento al que la quinua tiende en el mercado local e internacional, ya que la quinua está dentro de los productos que, según el organismo gubernamental de apoyo a los exportadores PRO Ecuador, son de altas potencialidades de exportación a Estados Unidos.