El 10 de febrero de 1995, como parte del conflicto por territorios entre Ecuador y Perú que inició en diciembre de 1994 (conocido históricamente como la Guerra del Cenepa), ambos países protagonizaron el primer combate aéreo de Sudamérica; enfrentamiento en donde las Fuerzas Armadas del Ecuador salieron victoriosos.
La Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), conformada por los aviones Mirage F1, Kfir C2 y A37B -que representaban el mayor cuerpo de la FAE en aquel tiempo-, se enfrentaron a la escuadra aérea de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) constituida por dos aviones Sukhoi 22 y dos A37B.
En aquella fecha, y tras el inicio del ataque aéreo por parte del Perú en respuesta a la ofensiva pertetuada por las fuerzas militares del Ecuador a una escuadrón peruano infiltrado en el sector denominado Base Norte, la escuadrilla ecuatoriana “Conejos” (pilotos del F1: Mayor Raúl Banderas y Capitán Carlos Uscátegui) y la escuadrilla “Broncos” (pilotos del C2: Capitán Mauricio Mata y Capitán Wilfrido Moya) despegaron rumbo al sector del conflicto para derribar a los aviones que estaban bombardeando las posiciones ecuatorianas.
Según información de la FAE, los “Conejos” -volando en patrulla a 20.000 pies- y los “Broncos” -en patrulla a 5.000 pies- derribaron a tres aviones enemigos: dos aviones Sukhoi 22 y un avión A-37B, parando así las operaciones aéreas agresoras.
Aunque según el Crnel. Luis Hernández, entrevistado por Ecuador Inmediato en el 2014, dos de los aviones peruanos fueron derribado, uno se estrelló y “parece que el otro tampoco alcanzó a llegar a la base de Talara”, dijo.
Con este hecho culminó el primer combate aéreo de Sudamérica y se iniciaron los procesos de cese de fuego por parte de ambos bandos, permitiendo así que los países vuelvan a las conversaciones de paz; las mismas que iniciaron con el Tratado de Itamaraty (Brasil).
La guerra, que se efectuó durante los meses de enero y febrero de 1995, ocurrió en el lado oriental de la cordillera del Cóndor, sobre la Cuenca del Río Cenepa en territorio peruano, y dejó como saldo 33 soldados ecuatorianos muertos en combate.
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