El ser humano no solo se expresa mediante el habla. Según Albert Mehrabian, psicólogo y experto en lenguaje corporal, en una conversación cara a cara el componente verbal es un 35%, y más del 65% es comunicación no verbal.
A raíz de esto, no basta con solo decirlo, sino demostrarlo con las actitudes. Recordemos el famoso debate para la elecciones presidencial de 1960 en Estados Unidos (el primero en ser televisado), entre Richard Nixon y John F. Kennedy. La gente que escuchó el debate por radio le otorgó la victoria a Nixon por su discurso. Pero quienes vieron el debate por televisión, rápidamente eligieron a Kennedy como vencedor.
¿Por qué? No fue tanto el mensaje de Kennedy lo que les convenció, sino su lenguaje no verbal, ya que las personas que lo vieron determinaron que él fue más convincente que Nixon. Y aquel que muestra seguridad en lo que dice, es el que triunfa.
A continuación El Emprendedor te presentará algunos de los errores cometidos por el más polémico expresidente de los EE.UU, y lo que debes cambiar para convencer a la hora de hacer negocios.
Errores de Nixon en su lenguaje corporal
Tensión y mala postura. Periodistas que presenciaron aquel debate notaron una tensión corporal en Nixon, quien a su vez sudaba y se secaba constantemente. El mito cuenta que esta actitud se debió a que los asesores de Kennedy aumentaron los niveles de la calefacción en el set, por lo que Nixon se sentía incómodo. Además, su forma de sentarse no fue la adecuada: mientras Kennedy lo hizo erguido y con las piernas cruzadas (mostrando elegancia), Nixon se sentó encorbado y con las piernas abiertas.
Situaciones similares pueden pasarte en una reunión de negocios, pero lo importante es mantener una postura adecuada y saber reaccionar frente a problemas de este tipo (sentir mucho calor en la reunión, por ejemplo). Será un grave error si te pones tenso ante esta situación, porque o mostrarás nerviosismo, o que “ocultas algo”.
Malhumor. El debate en vivo mostró a un Nixon malhumorado, especialmente en su expresiones faciales. La razón se debió a que Nixon acababa de salir del hospital tras recibir tratamiento por una rodilla herida, por lo que al momento del debate le estaba causaba bastante malestar. Kennedy, por otro lado, estaba siempre sonriente.
Puede que en tu vida personal, o incluso laboral, tengas problemas que te saquen de casillas. Pero si vas enojado a una reunión de negocios, lo único que lograrás es alejarlos o darles una impresión negativa.
No mantener la mirada fija. Si tienes la oportunidad de ver el debate, notarás que Nixon no mantenía una mirada fija a su contrincante; o por lo menos a un sitio determinado. Por el contrario, la desviaba constantemente, lo que denotó inseguridad.
En una reunión de negocios lo más importante es mantener una mirada fija y segura con las personas que hablas. Esto no solo le otorgará confianza a lo que dices, sino también demostrarás empatía con los demás.