Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, va a ser un día muy especial… y complicado. No cabe duda que el rol de la mujer durante este año de confinamiento, de problemas sicológicos, educativos y económicos ha sido dramático.
La pandemia de COVID-19 afectó negativamente al 87% de las empresas del mundo lideradas por mujeres.
Según la Organización Mundial de Comercio (WTO por sus siglas en inglés), el impacto se sintió más en este segmento porque las mujeres tienen presencia mayoritaria en los sectores más afectados por la recesión.
Pero también por la brecha de género que subsiste en acceso tecnológico y por otras desigualdades históricas, como las responsabilidades domésticas que recaen normalmente sobre ellas.
Difícil la posición de muchas mujeres emprendedoras que, además de sus actividades como madres, esposas e hijas cuidando a adultos mayores.
Con el justificado temor de que se contagien y vivan problemas desgarradores, deben mantener sanas sus empresas, a sus empleados y sobrevivir.
El trabajo de muchas obreras y empleadas es muy vulnerable en empresas que han disminuido radicalmente sus ingresos ante la crisis.
Según varios informes, son ellas las que son despedidas primero representando una carga a la familia sin su ingreso.
La pandemia trastocó una economía que ya estaba débil y en recesión desde 2019 y, a juzgar por el panorama, las perspectivas de crecimiento, inversiones públicas y menos aún, privadas son pesimistas.
Mujeres emponderadas
Las mujeres emprendedoras de América Latina están demostrando su adaptabilidad y su resiliencia, inspiradas en un modelo de liderazgo que consagró esta pandemia.
Porque, en medio de la peor turbulencia, los gobiernos de Nueva Zelanda, Alemania, Finlandia, Taiwán y Dinamarca, todos a cargo de mujeres, dieron ejemplo de una gestión ejemplar, inclusiva, calmada y confiada, que impulsa no solamente el resurgimiento económico sino la construcción de una mejor sociedad.
El país con mejores resultados por sus políticas eficaces a favor del emprendimiento femenino es Israel, seguido por Estados Unidos y Suiza.
Y el mejor país para ser emprendedora es Colombia, que muestra un alto movimiento impulsado por la necesidad y una alta representación de mujeres líderes de negocio, reflejada en un 57%.
Le siguen Chile, Argentina, Brasil, México, Uruguay, Costa Rica, Perú y Ecuador.
Fuente: dinero en imagen