Pablo Mendoza García, presidente de la Comisión Fiscal del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), advirtió que la prohibición del outsourcing dejaría mal parada a la economía mexicana ante los inversionistas, porque se les cambiarán las reglas del juego y no se les daría seguridad jurídica a sus proyectos.
Mendoza García recordó que los inversionistas han aceptado una tasa del impuesto sobre la renta (ISR) por la utilidad generada de 30%.
Inversiones extranjeras
Pero habrá problemas cuando les explique que ya no está permitido el outsourcing y la existencia de otra tasa impositiva.
Hay una inversión extranjera y nacional con sectores vinculados como la industria maquiladora, sector agropecuario y muchos otros sectores productivos todos bajo un modelo donde pagan 30% del ISR, comentó.
Sin embargo, con los cambios a las leyes laborales planteadas por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, “tendríamos 30% de ISR más 10% de Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU), nos llevaría a 40%”, planteó el especialista.
“Cuando hablamos del 40% de impuestos, seríamos el país más caro del mundo y no hay otro país que tenga tasa del 30% más 10%”, indicó.
Estados Unidos socio clave de México
La tasa impositiva de Estados Unidos, el principal socio comercial de México, es de 21%, no hay reparto de utilidades y existen impuestos estatales, agregó.
“Hay reparto de utilidades en Perú, Ecuador y algo en Chile con tasas y bases diferentes, así como con los socios comerciales, tal es caso de Brasil y en socios de la OCDE en Australia, Alemania, Bélgica, Canadá y Francia, que no es obligatorio y las tasas son del 1% al 6%”, dijo.
Aunado a ello, la eliminación del outsourcing mermará en México la inversión nacional y extranjera en plena crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19 y recesión económica, indicó el representante del CCE.
“Las inversiones extranjeras han evaluado con base en esa seguridad jurídica un retorno de inversión en una legislación existente en los años posteriores a la inversión para tomar las utilidades”, afirmó el empresario.
“Y un cambio vertiginoso para que de pronto le digamos al mundo ‘ya no hay subcontratación en México’, pues no nos deja muy bien parados en la competitividad. (…) México necesita ser atractivo para los inversionistas nacionales y extranjeros en tiempos de recesión económica”, señaló el también miembro del Instituto Mexicano de Finanzas (IMEF).
En el país, además, siempre ha existido el permiso para constituir empresas de insourcing y outsourcing con base legal en los artículos 13 y 15 de la Ley Federal del Trabajo, aseguró Mendoza García.
Fuente: Forbes México