Hernán Alvarado (33 años), estudiante del programa Executive MBA del IDE Business School, fundó hace diez años Servicell, una empresa que comercializa todos los productos del portafolio de Claro (antes Porta). Con constancia, ha logrado que su negocio se posicione, abriendo oficinas no solo en Guayaquil, sino también en Babahoyo, Ventanas y Quevedo. Sin embargo, a pesar de la tranquilidad que le ha otorgado el desempeño de su emprendimiento, hace casi dos años sintió la necesidad de dar un paso más, quiso innovar en el mercado de las telecomunicaciones en Ecuador.
Producto de esta necesidad (y de una llamada a las 12 de la noche) encontró a otro emprendedor, Byron Rojas (42 años), un ingeniero graduado en la Espol especialista en tecnología y fundador de la empresa EasyMetering. Y juntos concibieron una nueva forma de hacer recargas de saldo para celulares en el país: mediante máquinas expendedoras, emprendimiento por el cual están apostando en la actualidad y en el que han invertido cerca de 100 mil dólares hasta el momento.
Las máquinas expendedoras de recargas ya están funcionando en cuatro puntos de Guayaquil y son el producto del ingenio común de Hernán, a quien se le ocurrió la idea, y de Byron, quien la construyó usando tecnología cien por ciento nacional. “Toda esta máquina es fabricada aquí, compramos las partes en el exterior, pero el diseño del cerebro es nuestro”, explica Hernán. “Toda la plataforma de sistemas de comunicación y de software que hace posible que la máquina interactúe con la red de Claro también es diseñada por nosotros”, interviene Byron.
Y lo que han logrado es netamente funcional: cualquier usuario que quiera una recarga de Claro puede acercarse a una de estas máquinas, digitar el monto que quiere recargar, insertar el dinero (monedas de un dólar y billetes hasta de 20), introducir el número de celular al que quiere destinar el saldo, confirmar la operación y esperar su factura y su vuelto en caso de que lo hubiere; el saldo es inmediatamente acreditado y notificado mediante un mensaje de texto de la operadora.
Ante la pregunta de qué lo llevó a arriesgarse con este proyecto, considerando que la inversión ha sido fuerte y su empresa ya estaba posicionada, Hernán contesta basándose en las necesidades del mercado. “Hay una gran necesidad de recargas a cualquier hora, en todo momento, en lugares de alto tráfico”, explica y destaca que para introducir al mercado su producto tuvieron que crear otra empresa, Virtcomp, de la que tanto él como Byron y una tercera persona, Rashid Torres, quien los presentó, son socios.
Hasta ahora, desde que el 23 de julio se instaló en la Espol la primera máquina, la idea no los ha decepcionado. Cuenta Hernán que, incluso, están analizando la posibilidad de exportar, debido a que otras máquinas que cumplen estas funciones en otros países son más costosas.
Datos
- Las cuatro máquinas expendedoras de recargas habilitadas están funcionando dos en la Espol (Campus Prosperina) y dos en las estaciones Río Daule y Caraguay de la Metrovía.
- Actualmente, los desarrolladores han fabricado diez máquinas, pero se encuentran buscando financiación para las primeras cien.