Las decisiones inteligentes sobre el dinero no son más complicadas de lo que piensa. Por el contrario, son más simples.
Elimine toda la jerga, los tecnicismos y los sermones, y todo lo que necesita saber sobre finanzas personales se resume en menos de 1.000 palabras, una lectura de no más de cinco minutos.
Ignore los pronósticos económicos y financieros. Su objetivo es cuidar el trabajo de los pronosticadores.
Ignore las elecciones de acciones de los “expertos”. Los títulos bursátiles favoritos de los expertos de Wall Street en general no tienen mejores rendimientos que los que menos les gustan, o incluso las acciones elegidas al azar.
No se complique. Las estrategias e inversiones financieras complicadas están diseñadas en su mayoría para enriquecer a los gestores y vendedores. Un portafolio simple, diversificado y de fondos indexados de bajo costo, reequilibrado cada año, es suficiente, si no mejor.
Compre acciones individuales solo como apuestas arriesgadas. Nunca compre inversiones que están de moda.
Coloque la mayor parte de su portafolio de largo plazo en renta variable. Aunque las acciones son volátiles, generalmente producen los mejores retornos a largo plazo, usualmente de alrededor de 4% a 5% al año por encima de la inflación. Pero recuerde mantenerlas cuando se derrumben.
Invierta de manera global, no sólo en un país. Los mercados bursátiles internacionales ofrecen una diversificación fantástica.
Nunca compre un boleto de lotería. La lotería gana plata, lo que significa que los jugadores pierden. Es más, según un estudio, las personas que ganaron al final no fueron más felices que las que perdieron.
Conózcase a sí mismo. No adopte estrategias financieras o impositivas complejas si no es una persona detallista. Corte sus tarjetas de crédito si es un comprador compulsivo. Invierta de manera más conservadora si es de los que seguro entrarían en pánico si ocurre una crisis.
Compre seguro para casa y auto con altos deducibles. Le ahorrará dinero. El seguro es necesario, pero en general caro.
Protéjase de los desastres. Compre un seguro de discapacidad, ya sea a través de su empleador o con una aseguradora. Compre seguro de vida a término para cubrir a dependientes si le pasa un tren por encima.
Ahorre desde una temprana edad y con regularidad. El tiempo y la paciencia son los mejores amigos de los inversionistas. Invierta un dólar por 10 años a una tasa anual de 4% y obtendrá US$1,50. Inviértalo por 40 años y le dará casi US$5.
Maximice lo que tiene. No se esperance mucho en el siguiente aumento de sueldo o ganancia extraordinaria en la bolsa. Mientras más tenemos, más queremos. La única manera de tener suficiente es dominar el arte de estar satisfechos.
Planee una larga vida. Un tercio de su vida adulta podría comenzar a los 65 años. Intente pagar toda su hipoteca y ahorre al menos 10 veces su salario anual para cuando se jubile.
Elimine los desperdicios. Siempre hay sobrepeso en los presupuestos de las familias de clase media. La mayoría de las cuentas de celulares son muy altas. La mayoría de las cuentas de cable son muy altas. La mayoría de la gente gasta demasiado en sus autos. Pocos hábitos arruinan un presupuesto más que comer fuera con regularidad.
Tenga cuidado de comprar las acciones de la empresa para la que trabaja. Su empleo allí probablemente sea suficiente exposición financiera.
Ojo con la publicidad. Si cree que todo es un montón de mentiras diseñadas para robarle su dinero, es cierto.
No gaste dinero para alardear. Marcas de diseñador y etiquetas “de lujo” son creadas para cobrar de más a los inseguros desesperados. Lo identificarán como un nuevo rico. Las familias ricas por tradición mantienen un perfil bajo.
Proteja sus ahorros. No utilice los ahorros de jubilación para pagar la universidad de sus hijos. Pagará impuestos y multas por los retiros incluso si termina perdiendo el dinero. Mientras ese dinero esté en esos refugios, estará protegido contra los acreedores.
Enséñeles a sus hijos sobre el dinero. Enséñeles desde temprana edad y con frecuencia. Nadie más lo hará y tendrán que abrirse paso por sí mismos.
Valore el dinero. Sepa cuánto gana por hora después de deducir impuestos y recuerde ese número, especialmente a la hora de ir de compras.