Desde la segunda mitad del año es habitual ver a finales de mes colas de taxis amarillos en las gasolineras buscando gas licuado de petróleo (GLP) para uso vehicular, ya que el suministro del producto está limitado desde junio por un decreto del presidente de la República, Daniel Noboa, que limitó los volúmenes de envío.
Esta situación estuvo a punto de desaparecer desde que el Presidente dejó sin efecto la decisión mediante el Decreto Ejecutivo 488, que derogó normas establecidas en junio pasado que limitaban el suministro de GLP para vehículos y también prohibía la implementación de una nueva infraestructura de comercialización.
El sector del taxi califica la última decisión del ejecutivo como «una buena noticia» y espera que normalice el servicio y cree más gasolineras en el país.
El viernes 20 de diciembre se expidió el Decreto 488 que reforma el Decreto Ejecutivo 308 del 26 de junio de 2024 firmado por el Jefe de Estado.
El presidente Noboa reconoce en el último decreto que las medidas tomadas a mediados de año resultaron en una “restricción del acceso al GLP de los automóviles” y por lo tanto hubo una “saturación (de taxis) en las estaciones de servicio de GLP y largos tiempos de espera para el abastecimiento”. .”
El problema, según el Decreto 488, llevó a que “ciertos taxis, que no cumplían las normas de seguridad, transfirieran en secreto GLP de cilindros de uso doméstico a los tanques de almacenamiento de sus vehículos”.
Jorge Calderón, presidente de la Asociación Nacional de Taxistas del Ecuador (Fedotaxi), expresó su satisfacción por el Decreto 488 ya que “permite el uso gratuito de gas licuado de petróleo” en los taxis, lo que resulta más práctico para los motores de los vehículos.
Además, enfatizó que al levantar las restricciones al suministro de gas y prohibir la implementación y/o aprobación de nuevas infraestructuras de comercialización, se espera que los empresarios privados se animen a invertir en la creación de más gasolineras.
Se espera que esto amplíe el mercado de GLP para taxis en más ciudades del país, especialmente en Quito, ya que actualmente los vehículos utilizan gasolina con mayor frecuencia en Guayaquil y partes de la costa, dijo Calderón.
“Es una buena noticia que el gobierno haya respondido y respondido a un pedido y un clamor que nos ha golpeado fuerte, no sólo a la economía sino también al medio ambiente”, comentó el dirigente.
Señaló que los jefes del servicio formal de taxis realizaron gestiones ante el Ministerio de Transporte, así como con los consejeros de gobierno Adrián Castro y Valentina Centeno del Movimiento Acción Democrática Nacional (ADN) para exigir al gobierno la derogación del Decreto 308. de junio.
Según Fedotaxi, en el país existen alrededor de 80.000 taxis formales, de los cuales entre 18.000 y 20.000 unidades utilizarían gasolina.
Convertir un taxi para usar GLP cuesta alrededor de $800, dijo George Mena, guía de taxis en Guayaquil, quien celebró el nuevo decreto presidencial.
“Con este decreto prácticamente se acabó el calvario del taxista que hacía cola todos los meses para abastecerse porque no había GLP en las gasolineras”, comentó.
Según Mena, utilizar GLP para vehículos es más práctico porque “es más eficiente” que la gasolina. “El coche no sufre, tiene más potencia. Mientras que con la gasolina, es más probable que la gasolina dañe el motor del vehículo porque no tiene el octanaje que debería tener”, dijo.
El Decreto 488 también estipula que los talleres de conversión deben cumplir con las condiciones técnicas y de seguridad establecidas por la normativa interna del país o las normas internacionales. La Agencia Nacional de Regulación y Control del Transporte Terrestre, Tráfico y Seguridad Vial establece las condiciones y requisitos para el funcionamiento y autorización de los talleres. (I)