La historia del emprendedor Fernando Peña, de 29 años y dueño de su propia compañía de catering, se inició hace una década, cuando entró a trabajar con su tío como supervisor en algunos de los lugares donde este ofrecía el mismo servicio. De esta forma, Fernando empezó a conocer el movimiento del negocio de la repartición de comida para eventos.
En el 2008, junto a su hermano, José Peña, decidieron separarse de su tío e instalar su propio emprendimientode catering, ya que tuvieron la oportunidad de mostrar sus habilidades a la Aduana del Ecuador. En aquel evento invirtieron alrededor de 5.000 dólares, que utilizaron para comprar los utensilios. Un año después, su hermano tomó la decisión de salir del negocio, y Fernando junto a su esposa fundaron Bocatessen. “El 2009 fue un año muy duro para la compañía, ya que el negocio no iba como esperaba, muchas veces me tocaba poner de mi sueldo, que en ese entonces era el básico, para poder pagarle a los proveedores y lo que ganaba no representaba lo que invertía” Su “primer gran evento” fue con la Universidad Católica, entidad a la cual empezaron proveyendo de 40 almuerzos, los cuales se han extendido a 300 ó más en la actualidad. “Después de ese año, los que le siguieron han sido más suaves, pero no quiere decir que he disminuido mi manera de trabajar, sino que ahora me enfoco más en conseguir más empresas y clientes, ya sea llevando carpetas o por recomendaciones”, cuenta.
Fernando asegura también que una de las ventajas que tuvo para fundar su emprendimiento fue que ya conocía a las personas. Y no solo sabía tratar con los consumidores, sino incluso con los que trabajan en las diferentes áreas: “Saber en qué momento quieren decirte algo, ya sea bueno o malo”. Para mantener el control de su negocio, Fernando asegura que cuenta con una personal de total confianza que sabe que no le va a fallar, aún así supervisado por él y eso se ve reflejado en que no ha recibido ninguna queja de las empresas a las cuales brinda su servicio, que son más de seis. Para finalizar, el dueño de Bocatessen cuenta que uno de los problemas más comunes en el catering es el alza del precio de los alimentos. “Si ya tienes definido con tu cliente el precio de los platos, pero en épocas de lluvia todo sube, no le puedes decir que vas a subir y ya, te toca acomodarte como puedas”, asegura Fernando, quien cree firmemente que la clave del éxito es ser perseverante, a pesar de tener una época mala.