Gucci es una marca de moda de origen italiano que actualmente es parte del conglomerado de las marcas de lujo Kering (antes conocida como PPR), controlada por el multimillonario francés Francois Pinault.
Con un valor de marca de 12.1 billones de dólares, y con ventas de hasta 4.7 billones, Gucci ocupa el puesto 38 de la lista Forbes de las marcas más valiosas del mundo, siendo la segunda compañía de moda en el ranking (después de Louis Vuitton).
La historia de Gucci se remonta al año de 1906, cuando Guccio Gucci emprendió una talabartería (manufactura de objetos de cuero) en Florencia, Italia. A continuación te presentamos la historia de Gucci.
¿Cómo surgió Gucci?
En 1906, y con 25 años, Guccio Gucci fundó una tienda de sillas de montar revestidas de cuero. Luego, en 1920, creó “The Gucci Store”, donde incorporó nuevos productos a su catálogo, como maletas y artículos de viajes.
El buen acabado y la calidad de los materiales –sobre todo las pieles- indujeron al éxito de este emprendimiento, donde los bolsos, los cinturones tricolor y los míticos mocasines eran sus señas de identidad.
Con la ayuda de tres de sus hijos -Aldo, Vasco y Rodolfo-, Gucci comenzó a expandirse en toda Italia, abriendo filiales en Milán y Roma. Y tras el fin de la Segunda Guerra Mundial (durante su auge logró tener buena acogida en Europa donde el cuero escaseaba), esta marca comenzó su internacionalización y estableció una sucursal en Nueva York.
Según la revista Vogue, la década de los 50’ y los 60’, la jet set y el star system de Hollywood enloquecieron al público con la «G» de Gucci, lo que convirtió a la marca en un símbolo del lujo mundial. Así mismo, en la década de los 70, Gucci innovó sus líneas de producción e incursionó en la fabricación de calzado y carteras de dama.
Sin embargo, y pese al éxito de esta compañía, las disputas entre los cuatro hijos de Gucci por obtener el mando de la empresa luego de su muerte en 1953, no hicieron más que complicar el negocio. Así fue como en 1993, cuando la crisis en Gucci era inevitable, la empresa fue vendida a la firma Investcorp.
Pero gracias a uno de los pilares más importantes que se sumó a la empresa en 1989, Dawn Mello, la compañía recuperó el brillo perdido. Fue precisamente Mello quien eligió al diseñador de modas Tom Ford, “El salvador de Gucci”, para cambiar la cara de la compañía. Ford implementó un diseños de prendas con un fuerte componente sexual para las mujeres, siendo Madonna la figura que ensalzara la marca de la compañía.
A partir de los 90 la marca surgió con más fuerza que nunca, y sumó ventas y clientes en cada rincón del planeta. Hasta el día de hoy, que sigue siendo una de las marcas de moda más codiciadas en el mundo.