El amor fue el motor para que la argentina Mariana Zinny llegara al país, y una vez aquí, emprendiera un proyecto con sabores de su país natal. Con la ayuda de su novio ecuatoriano, Mariana creó La Cordobesa, una marca de chimichurris que ya lleva seis meses en el mercado nacional.
“Me vine a Ecuador por mi novio y lógicamente tenía que empezar desde cero”, comenta Mariana, de 29 años, que hace siete meses llegó al país desde la provincia de Córdoba (Argentina) -de ahí nace el nombre de la marca-. “Me di cuenta que en Ecuador les encantan las salsas, y a todos lados que iba a comer habían aderezos y a la gente le gustaba. Entonces de ahí nace mi idea de llevar un producto que uno lo pueda tener en la casa y que sirva en la cocina”, añade.
Mariana comenzó con su primer producto, el chimichurri tradicional argentino, elaborándolo manualmente y vendiéndolo en las ferias que se realizan en Guayaquil, principalmente en La Feria del Parque y el Mercadillo, que se llevan a cabo en Urdesa.
Luego de tres meses, y al ver que las ventas crecían, Mariana compró una máquina de picado para optimizar el proceso de elaboración del producto; aunque recalca que el chimichurri sigue siendo artesanal porque sale 100% natural.
“Ya estoy en proyectos para poder sacar un crédito de emprendedora y tener una fábrica. La idea es convertirme en fabricante, distribuidora y aparte tener un local”.
En la actualidad, este emprendimiento trabaja por medio de envíos a domicilio y en redes sociales, hasta que tengan la estructura necesaria para poder atender al público.
El objetivo de La Cordobesa es brindar un producto natural, sano, y que le permita al consumidor darle la utilidad que desea. “Yo creo que la parte importante en esta fase inicial es la perseverancia y la confianza en lo que uno hace, pero sobretodo pensar en la necesidad de la gente. No hacer un producto que solamente te vaya a dar dinero, sino con lo que puedas aportar algo útil en las personas. Por eso, antes que nada, se debe pensar en las necesidades del mercado y luego buscar lo que a uno le gusta, para poder hacerlo con amor”, aconseja.
La Cordobesa vende aproximadamente 350 frascos semanales a través de su servicio a domicilio y en la tienda Al Tiro, ubicada en Ceibos, al norte de Guayaquil. En este mismo establecimiento, La Cordobesa suele realizar degustaciones al público los domingos.
El producto también lo pueden encontrar los fines de semana en Salinas y Montañita, en un stand donde ofrecen las salsas con choripanes argentinos. “Esten atentos a las redes sociales que es ahí donde publico los movimientos”, sugiere Mariana.
Sin embargo, este emprendimiento ha tenido una dificultad relacionada con la parte legal. Mariana explica que si bien el país está apoyando bastante a los emprendedores para que fabriquen productos locales, “es muy difícil para un emprendedor como nosotros pagar el costo del registro sanitario cuando es un requisito muy importante para poder seguir creciendo”.
Las salsas de La Cordobesa
La marca posee tres salsas diferentes en dos tamaños. El pequeño cuesta 4 dólares (160 ml) y el grande cuesta 7 dólares (500 ml).
La salsa Premium, que tiene una textura más cremosa y es más gourmet, sirve para comer como dips, como un aderezo para sánduches y como pesto para bañar las carnes blancas, el arroz y las pastas.
También tienen el chimichurri tradicional argentino, que es el clásico y se lo puede usar en carnes rojas o ensaladas en frío; y el último es una versión picante.
Contactos
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