La gran mayoría podrá recordar la fuerza, liderazgo, influencia y logros de Superman. Al llamarlo el hombre de acero, ya podemos imaginar que podía enfrentarse a cualquier desafío y siempre salir victorioso.
Sin embargo, tenía una debilidad: esa sustancia que al tenerla cerca lo debilitaba, la kryptonita. Y sin importar lo fuerte y poderoso que podía ser, la kryptonita lo convertía en un ser débil y propenso al fracaso.
En muchas ocasiones, los emprendedores también parecieran mostrar una fuerza, liderazgo, influencia y logros fuera de lo común. Los resultados que muestran y las batallas que ganan los hacen ver como hombres o mujeres de acero, pero que, al igual que Superman, tienen una sencilla y casi imperceptible debilidad que los convierte en seres débiles y propensos al fracaso.
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Lo más triste es que esta debilidad no es tan obvia como la kryptonita, sino que es algo silencioso que, cual enemigo, va conquistando terreno hasta cortar sus alas. Esa debilidad se llama….: «Dejar de aprender».
En el mundo del emprendimiento, no pierde quien tenga menos talento o sea el más débil, sino quien deja de aprender.
Deja de aprender y verás cómo los días se van haciendo más difíciles, más agotadores, con competidores cada vez más fuertes, y seguramente la única verdad es que dejaste de aprender.
No dejemos que esa kryptonita del emprendedor nos destruya, seamos cuidadosos y, cual medicina, busquemos con devoción aprender algo nuevo sobre nuestro campo cada día, y seguiremos manteniendo el vuelo hasta el final.
*Texto escrito por Famel Vasquez.
