A propósito del Día Mundial de la Propiedad Intelectual, enfocado esta vez en la innovación, Francis Gurry, máximo responsable de la Organización Internacional de la Propiedad Intelectual (OMPI), aseguró que los países latinoamericanos necesitan “invertir más en investigación y desarrollo para promover la innovación, incrementar el valor de sus economías y dejar de ser mercados de mano de obra barata y baja tecnología”.
En una entrevista a Efe, Gurry alentó a América Latina a asignar más recursos a “infraestructuras del conocimiento (universidades y centros de investigación), sistemas educativos, banda ancha (de internet) y, de manera general, tecnologías de la información y las comunicaciones”.
Brasil y Chile siguen esta estrategia. Este último país ha prometido aumentar su gasto en investigación y desarrollo del actual 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB) al 1,5%. En Perú y Colombia, “se observa una tendencia similar”, asegura Gurry, y agrega que dichos países están desarrollando “estrategias económicas basadas en un aumento del valor añadido”.
Por otro lado, Gurry no usó las mismas palabras optimistas al hablar de México, pues argumenta que su “tasa de inversión (en investigación y desarrollo) todavía es demasiado baja con respecto a la talla de economía”.
En el caso general de América Latina, expresa que va despacio en comparación a otras regiones en desarrollo, como Asia, donde los cambios relacionados con la innovación “ocurren rápido”. Según él, esta diferencia de actitud se debe, probablemente, a “una estrategia económica distinta”.
Con relación a las tendencias mundiales en el campo de la propiedad intelectual, Gurry mencionó las patentes adquieren cada vez más importancia, como una vía para que las compañías se posicionen de modo competitivo en sus áreas de negocio.
Esta semana, Facebook compró derechos de patentes a Microsoft por 500 millones de dólares aproximadamente, lo que según el director general de la OMPI “enfatiza el valor del componente de conocimiento en la producción y del derecho de conocimiento”.
Por último, sobre el impacto que la crisis económica, particularmente dura en Europa, está teniendo sobre los presupuestos dedicados a la innovación, Gurry expresó que este ámbito no sufre tanto como se piensa. Las solicitudes de patentes aumentaron en el 2011 al 10,7% a nivel mundial, lo que “es significativo en momentos de inestabilidad e incertidumbre económica”, indicó.