Tres de los 20 principales inversionistas de Microsoft quieren la renuncia de Bill Gates de la presidencia de la compañía. Ellos están presionando al consejo para forzar la renuncia del creador la compañía de software que co-fundó hace 38 años, según fuentes cercanas a la compañía.
El pasado mes de agosto se dio a conocer la renuncia de Steve Ballmer, CEO de Microsoft, que se efectuará el próximo año, por constantes presiones para mejorar el rendimiento de la compañía y subir el precio de sus acciones.
Sin embargo, esta es la primera vez que los inversionistas quieren la renuncia de Bill Gates, quien sigue siendo una de las figuras más respetadas e influyentes en la industria de la tecnología.
Se cree que no hay indicios de que el directorio de Microsoft preste atención a los deseos de estos inversionistas, que en conjunto poseen más de un 5% de las acciones de la compañía, según las fuentes. Pidieron que la identidad de los inversores se mantenga en anonimato porque las conversaciones fueron privadas.
Gates posee alrededor de 4,5% de la compañía, valorada en 277.000 millones y es su mayor accionista individual.
Los inversionistas con la iniciativa de sacar a Gates de la compañía están preocupados de que el papel de Gates como presidente impida la adopción de nuevas estrategias y limite el poder de un nuevo director ejecutivo para hacer cambios sustanciales.
En particular, señalan el papel de Gates en la búsqueda de la comisión especial creada para encontrar el sucesor de Ballmer. También se lamentan de que Gates, que ocupa la mayor parte de su tiempo a su fundación filantrópica, ejerce un poder desproporcionado en relación con la disminución de su participación.
Gates poseía el 49% de Microsoft antes de su salida al mercado de valores en 1986. Desde entonces, vende unos 80 millones de acciones de Microsoft al año siguiendo un plan preestablecido que de continuar vigente lo dejaría sin participación financiera en la compañía en 2018.