Un concepto de lujo bien definido comienza por saber que no se trata de generar ventas, sino de crear experiencias. Eso genera clientes satisfechos y leales.
A continuación estos son los cinco pilares del lujo ampliamente aplicables en el emprendimiento. La clave principal: Innovar en la experiencia.
- Genera experiencia: ¿Cómo harás que tus clientes prueben/interactúen con tu producto/servicio? No se trata de lo gratis, sino de lo que los haces sentir. Enfócate en las emociones de tus clientes.
- Cliente contento: ¿Lograste atraer clientes? Ahora el servicio al cliente es básico y fundamental. Apapachar a un cliente cautivo es mucho más efectivo y barato que salir a buscar nuevos clientes; como un plus: Deja que se conviertan en embajadores de tu marca.
- Seguimiento: Olvídate de la venta y pon atención en las necesidades no descubiertas. ¿Cómo estarás al pendiente de tu cliente? Por lo general, los clientes no saben lo que quieren (aunque pareciera que sí). No esperes a que te digan lo que necesitan; sé perceptivo a las necesidades y propón oportunamente.
- Lealtad: Antes de pedir lealtad, es necesario brindarla. Sé honesto, ten intenciones claras y empáticas con tus clientes, hazte parte de su confianza.
- Dedicación: Enfócate en los detalles. Por más mínimos que sean, no pierdas de vista la perfección que merecen tus clientes. Es clave.
El cliente actual ya no busca únicamente un producto; siempre busca algo más. En el mundo del lujo, no hay margen de error, no hay cabida a productos/servicios mal hechos o de mala calidad. No descuides la experiencia; no importa si tu empresa es nueva o grande, enfócate en el principal objetivo: Saber que tu cliente está feliz.