Indra ha nombrado presidente ejecutivo a Ángel Escribano, que tendrá las mismas competencias que hasta ahora ostentaba Marc Murtra. También conservará el mismo salario, tal y como explica la tecnológica en una relevante ficha remitida este domingo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Indra ha confirmado el despido de Murtra como máximo ejecutivo de la compañía y le ha agradecido su servicio después de que el directivo aceptara el sábado una propuesta para asumir el cargo de presidente de Telefónica.
Él Fecha anunciada al mercado Esto se produce después de que Indra llamara a sus asesores a las cuatro de la tarde para aprobar el relevo al frente. Fuentes conocedoras de la situación indican que uno de los puntos a aclarar eran las competencias del nuevo presidente. La decisión final fue mantener la distribución del poder como hasta ahora con Murtra, que pasó de presidente no ejecutivo a presidente en funciones el pasado mes de abril.
“Con el fin de asegurar una adecuada reposición en la presidencia ejecutiva de la sociedad, nombrar a don Ángel Escribano presidente ejecutivo del Consejo de Administración y atribuirle las mismas facultades ejecutivas en el ámbito empresarial e institucional que tenía don Marc Murtra, con a “Es un carácter adicional a los relacionados con su cargo de Presidente del Consejo de Administración, en coordinación con la dirección operativa y empresarial del Consejero Delegado, don José Vicente de los Mozos, se ejerce”, afirmó Indra en un comunicado.
«El consejo, con el informe positivo de la comisión de retribuciones, ha acordado aprobar el contrato de prestación de servicios ejecutivos de don Ángel Escribano, manteniendo las condiciones retributivas del anterior consejero delegado, don Marc Murtra», dijo el consejo empresa especificada tecnológicamente.
“Los acuerdos mencionados garantizan la continuidad en la implementación del plan estratégico 2024-2026 y cuentan con el respaldo de los principales accionistas de la compañía”, se lee en el comunicado. En el consejo están representados la Sociedad Española de Inversiones Industriales (SEPI), Escribano, SAPA y Amber Capital, accionistas de Prisa (editora de EL PAÍS).
Ángel Escribano es presidente y propietario de Escribano Mechanical & Engineering. Los hermanos Escribano son accionistas de Indra desde mayo de 2023. Estos inversores del sector de defensa compraron el 3% del capital social de la empresa y se comprometieron a alcanzar el 10%. Un compromiso que han superado con creces. El pasado diciembre de 2024 aumentaron su participación del 8% al 14,3%. Anteriormente, en la primavera de 2024, Escribano solicitó un puesto en la junta. Javier Escribano, hermano de Ángel y presidente de Escribano M&E, se ha convertido desde entonces en uno de los directores generales de Indra.
Al aumentar su participación en el capital de Indra, los Escribano descartaron solicitar inmediatamente un segundo puesto en el consejo, pero no descartaron esta posibilidad a medio plazo. Ahora Ángel Escribano ejerce como presidente de su empresa y en el mismo puesto en Indra. Aún no se sabe si compaginará ambos cargos; No sería el único directivo de Indra que desempeña funciones fuera de la compañía. El actual director general, que conserva su autoridad incluso tras la marcha de Murtra, también ocupa puestos de responsabilidad fuera de la empresa. José Vicente de los Mozos es presidente del Comité Ejecutivo de Ifema, organismo propiedad de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de Madrid.
Con el nuevo nombramiento al frente de Indra, la compañía disipa las dudas que se han generado en el mercado desde que este sábado se anunció que Murtra dejaría la compañía para dirigir Telefónica. Escribano es el primer accionista privado de Indra, sólo superado por la SEPI, que posee casi el 28% del capital social de la compañía. Esta empresa es considerada en el mercado como socia del holding estatal y mantiene buenas relaciones con la administración. De hecho, el Gobierno ya se había acercado a Escribano como socio industrial de Talgo antes del verano pasado. El objetivo era encontrar un conglomerado inversor alternativo a la opa de Gazn-Mavag Europe, una empresa húngara que despertaba sospechas por sus vínculos con Viktor Orban y Vladimir Putin.
La elección de Escribano como presidente de Indra refleja también la apuesta de la compañía por el sector de Defensa, uno de los pilares sobre los que se sustenta su nuevo plan estratégico. La idea de Indra es convertirse a medio plazo en un campeón nacional de tecnología y defensa, en un mundo cada vez más sacudido por conflictos geopolíticos y donde el aumento del gasto militar se da por sentado en todo el mundo.
La llegada de Escribano a la presidencia y la salida de Murtra llegan en un momento crucial de transformación para la compañía, que aún necesita evolucionar afronta este año una profunda renovación de su consejo de administración. Once de los quince concejales que integran la dirección (dieciséis si se cuenta al recién nombrado presidente) están completando sus mandatos este año. En particular, los tres consejeros dominicales de SEPI, el consejero dominical de SAPA, seis consejeros independientes y el consejero delegado Luis Abril, director general del negocio de TI.
Precisamente uno de los grandes retos que afronta el nuevo presidente y el consejo es decidir qué hacer con Minsait. Actualmente, la empresa está intentando vender su división de pagos. Sin embargo, en el mercado se cree que una de las opciones propuestas es vender toda la división de tecnología civil para ganar dinero y poder comprar Hispasat, que ahora está en manos de Redeia. Eso reposicionaría a la empresa en defensa y espacio, dos de los pilares en los que quiere avanzar.
De hecho, no se descarta que uno de los potenciales compradores de Minsait pueda ser Telefónica Tech. Esta oportunidad está ganando importancia en el mercado tras la entrada de Murtra en el operador de telecomunicaciones. La reestructuración de empresas en la que participan Telefónica, Indra, Hispasat y Redeia tiene un elemento común: la participación del Estado en todas las empresas anteriores a través de la SEPI. Por ello, el Gobierno está especialmente preocupado por los posibles movimientos que podrían venir.