Hay quienes dicen que tener un plan B en los negocios es para fracasados, y su argumento se sustenta en la ‘supuesta’ mala planificación de la empresa. Sin embargo, esta concepción es totalmente errónea, ya que en un mundo cambiante e impredecible como el nuestro, tener el mejor plan de negocios no nos asegura el éxito.
Construir un plan de negocios simple y eficiente no basta para sacar adelante un negocio. Por más conocimiento que tengamos sobre el mercado, no debemos confiarnos de su estabilidad, pues este suele variar constantemente. Y para prevenir un desastre empresarial, lo mejor es contar con una segunda alternativa que nos permita salir de apuros.
El plan B no es sinónimo de fracaso, sino de prevención. Y cualquier emprendedor que esté consciente de ello, asegurará su puesto recurriendo a esta segunda opción.
¿Por qué hay que elaborar un plan B en los negocios?
Estar conscientes de la peor situación posible. Cuando emprendemos no todo es color de rosa. Sin importar los recursos que dispongamos, siempre tenemos que pensar cuál es la peor situación que la empresa pueda tener. Pensar en ello nos permitirá estar preparados para una escenario catastrófico, y nos dará las mejores pautas para reaccionar de forma efectiva ante esa situación.
Adaptarnos a los cambios. Según el portal, es un grave error ajustarse plenamente al plan de negocios inicial sin tener otras opciones a las que recurrir. Como diría Charles Darwin: sobrevive el que se adapta. Las empresas deben adaptarse a los cambios que presente el mercado, y por ende deben ser lo más flexibles en su andar. Ojo que no es lo mismo adaptarse que cambiar; en el primero sigues conservando tu esencia inicial como empresa.
Anticiparnos. Es importante que la empresa se anticipen al mercado haciendo análisis a corto, medio y largo plazo. De igual forma que los puntos anteriores, un plan B que incluya estas anticipaciones imprevistas, permitirá sacar adelante un negocio.