Hoy en día la imagen es vital para muchas cosas, ya que observar algo e interpretarlo requiere un esfuerzo mínimo, y a su vez ofrece mucho conocimiento. Sin embargo, lo oral no pierde relevancia. Un claro ejemplo sería en un juicio, donde siempre se recogerá todo lo dicho en el mismo, bien puede ser en vídeo o en un archivo de texto. Cuando un abogado busca reconstruir un caso, es muy raro que decida ir por el vídeo, ya que eso implicaría escuchar los largos silencios y contenido que tal vez no necesite. Mientras que si lee el escrito es muy probable que encuentre rápido lo que necesite, ya que se vuelve más sencillo saltar partes para ir a lo más importante.
Sin duda la imagen es algo muy persuasivo, es como ver televisión ya que se vuelve difícil dejar de verla. Algo característico en los humanos es ver para creer, por ese motivo la imagen toma más y más relevancia con el pasar de los años.
Una lucha mediática
Sin duda existe una gran lucha detrás de la imagen y la palabra. Pues muchas veces un texto no es apreciado por lo que en él se plasma, sino por lo que se cree que está plasmado. Teniendo eso en cuenta, aquellos libros que se encuentran sellados de editoriales, con recomendaciones y firmas, son mucho más venerados que los que no tienen nada de eso, sin siquiera haberlo leído. Muchas personas consideran a la televisión algo inferior a los libros. Sin embargo, son esas mismas personas las que no pueden estar un día sin encenderla.
En el ámbito del cine, una película es considerada buena si el director es capaz de ofrecer un argumento verbal entendible para todos los espectadores. En caso de no hacerlo nadie la entendería y la tacharían de mala. Con eso en cuenta se considera que la imagen está donde la gente cree ver un texto. Mientras que el texto está donde se cree ver una imagen.
¿Es cierto que una imagen vale más que mil palabras?
Aquella frase no es cierta del todo, ya que se considera que la imagen y la palabra se complementan y juntas son capaces de transmitir mucha información. Ya que la imagen tiene la capacidad de captar la atención de una persona de manera muy rápida. Pero, es el texto que ofrece mucha más información y logra mantener esa atención durante mucho más tiempo.
¿La imagen ganó la batalla?
La única razón por la que esto se considera es debido a que la imagen requiere muy poco esfuerzo para ser comprendida. Mientras que leer e interpretar un texto es algo más complicado, ya que muchas veces suelen implicar un tipo de lenguaje que no se usa cotidianamente. También podemos distinguir que la imagen puede ser interpretada de muchas maneras, dependiendo de cómo la observe la persona, la creatividad que tenga, su estado de ánimo y muchas cosas más. Mientras que el texto, aunque es cierto que tiene muchas formas de interpretarse, casi siempre se llega al mismo punto.
Es bien conocido que con una imagen se puede conocer mucho sobre la forma de pensar y el razonamiento de una persona. El motivo es que al observarla puede dejar volar su imaginación y reconocer lo que quiera sobre ella. También añadimos que la imagen ofrece un razonamiento y una interpretación rápida. Por otro lado, el texto es algo más complejo, ya que su proceso de reflexión es algo más tardado, por lo que requiere más esfuerzo.
En el caso de la publicidad, se conoce que la imagen es muy importante para atraer a las masas. El motivo es que es mucho más fácil captar la atención con ellas. Sin embargo, eso no desmerita la importante labor de la palabra, ya que una vez captada la atención de las personas es importante saber conservarla. Por ese motivo, brindar información clara y precisa es vital para que las personas no pierdan el interés en algo.
Fuente: EmprendedoresNews