Hogar 2000 se convirtió en un referente de la decoración de interiores a nivel sudamericano cuando, hace más de 30 años, se instaló en el mercado como un producto y servicio “novedoso”, que construía muebles de cocina, closets y baños estilizados, creaciones muy diferentes a las demás de entonces, que se hacían de manera tradicional, con un maestro carpintero en el lugar de la obra. A pesar de todo el tiempo que ha pasado desde entonces, y el surgimiento de competencia que este ha acarreado, el propietario y fundador de este emprendimiento, Alejandro Maldonado, asegura que su marca sigue para largo.
La historia de Hogar 2000 comenzó dos años después del nacimiento del segundo hijo de Alejandro, quien por esos días renunció a su trabajo porque sentía que no lo llenaba. Entonces tuvo la idea de crear Hogar 2000, una compañía dedicada a darle otro significado a la decoración del hogar.
Este emprendedor ecuatoriano fundó su empresa bajo el nombre “Muepramodul: mueble práctico modular”, junto a ocho socios, que invirtieron alrededor de 100.000 dólares (de todos ahora solo queda él) porque querían innovar en el mercado de la decoración: pensaban fusionar lo funcional y el diseño. “Sabía que el nombre de fábrica no llamaría mucho la atención, así que pensé que el producto parecía del año 2000, entonces era el 79, por eso lo de Hogar 2000”, recuerda Alejandro.
“Con Hogar 2000 queríamos que todos los ambientes de la casa tuvieran una funcionalidad. Antes, la cocina era el último cuarto de la casa, el menos importante, entonces nosotros iniciamos haciendo énfasis en esta área”, cuenta este emprendedor, quien siempre ha buscado el apoyo de profesionales al momento de realizar sus obras.
Cuando inició la fabrica, la persona que los ayudaba con el diseño era un alemán, quien viajaba todos los años a su país de origen y traía ideas para estar siempre a la vanguardia de la moda europea en decoración de hogares. Cuando se retiró el diseñador del negocio, Alejandro no quería quedarse atrás con los diseños de moda, así que cada dos años manda a cuatro de sus colaboradores a estudiar las últimas tendencias en una feria de decoración en Milán.
Recuerda que entrar al negocio fue fácil, por la novedad del producto y del servicio. “Nosotros nos quedábamos viendo cómo instalaban la obra para que el cliente quedara satisfecho. Ahora no puedo estar en todas, pero trato de ir a las que más puedo, porque así el cliente siente que está bien atendido”, cuenta Alejandro, quien algunas veces extraña cuando su emprendimiento era pequeño y podía tener un contacto más directo con sus clientes.
Con seis oficinas a nivel nacional, repartidas en Quito, Guayaquil y Cuenca, Alejandro se siente orgulloso de cómo sus productos se han dado a conocer a nivel internacional. Recuerda que uno de sus agregados comerciales se llevó una cocina hecha por Hogar 2000 a Italia, y este fue el punto de partida para tener presencia en el extranjero. En su larga trayectoria, ha instalado muebles en Colombia, Perú, Chile, Bolivia, Cuba, Bahamas, entre otros países. Actualmente, en el vecino del norte, tienen una oficina y en el del sur están asociados con un distribuidor.
Alejandro, quien se considera más emprendedor y visionario que empresario, asegura que Hogar 2000 pretende cada día reforzar sus objetivos: ser visionarios y dar un buen servicio al cliente. Sabe que la globalización y la Internet han hecho que la competencia crezca, pero aún así cuenta con una importante cartera de clientes que incluye, entre otros, al grupo Nobis.
