La marca de relojes Rolex es una de las más reconocidas en el mundo entero, no solo por sus exclusivos y elaborados diseños, sino también por ser parte de la cultura del mundo y haber marcado hitos. Pero antes de ser el reloj del agente 007 y el testigo del primer asenso exitoso al Monte Everest en 1953, la historia del Rolex se remonta a 1905, cuando Hans Wilsdorf estableció una empresa de fabricación en Londres, con tan solo 24 años.
Wilsdorf nació en Baviera, Alemania, en 1881, y desde muy joven se involucró en el mundo relojero de Suiza a principios del siglo XX. En esa época se llevaban muchos relojes de bolsillo, pero Wilsdorf tenía en su mente otra cosa: relojes de pulsera.
En ese entonces no se le daba mucha credibilidad a los relojes de este tipo, por su falta de precisión y su uso común en mujeres. Pero decidido a hacer de este un emprendimiento de éxito, este emprendedor se mudó a Londres donde dedicaría toda su energía a la realización de su sueño.
Para convencer a la gente de la fiabilidad de esas piezas absolutamente innovadores, las equipó con movimientos de pequeño tamaño pero de gran precisión, manufacturados por una relojera suiza con sede en Bienne, según el portal rol-experto.com. Sus primeras piezas estaban hechos de oro o plata, lo que llamó la atención de una clientela modera y deportiva, tanto de mujeres como de hombres.
Para 1908, acuñó el nombre de Rolex, por su fácil pronunciación en cualquier idioma, además de encajar a la perfección en la esfera de su reloj de pulsera.
Después de dos años, recibió la certificación de cronometro oficial de la “Oficina Officiel” en Suiza. Esta fue la primera certificación en la historia otorgada a un reloj de pulsera, y para 1914, un modelo similar de reloj de pulsera Rolex obtuvo el primer certificado del mundo de clase “A” del famoso observatorio de Kew, en Inglaterra.
Para 1920, Wilsdorf decidió fundar Montres Rolex SA, en Ginebra, para estar cerca de Bienne, donde se fabricaban los movimientos, con los que ganaba un control directo sobre la manufactura de las cajas y del producto terminado.
Rolex hace historia
La historia de Rolex queda marcada por ser el primer reloj de pulsera a prueba de agua y polvo, al cual se lo bautizó con el nombre de Oyster (ostra), porque tenía una caja hermética que garantizaba una protección total de sus piezas contra el exterior. Este modelo de reloj se puso a prueba cuando la nadadora inglesa Mercedes Gleitze lo utilizó para cruzar el Canal de la Mancha, y después de 10 horas, el Oyster seguía en perfecta sincronización.
Otras hazañas deportivas, en las que la marca estuvo presente, permitieron el desarrollo del negocio y reforzaron la presencia de Rolex en todo el mundo, convirtiéndola en una de las más prestigiosas firmas de todo el mundo.
