Hacer algo que amas te hará trabajar más en ello, pero esto no es todo, eso no quiere decir que sea un buen negocio. Tienes que encontrar buenas oportunidades y trabajar duro para conseguirlo, y ahí es donde sale a flote el espíritu emprendedor.
Ingredientes esenciales para hacer lo que amas:
– Tratar objetivos con una lista
Recuerda que debes dar un paso a la vez. Es fácil quedar atascado en el día a día. Segmenta tus metas y ten una visión clara de la situación del mercado para trazar objetivos claros.
– Conoce a la gente que vino antes
Para entender mejor el paisaje necesitas saber la historia de las personas de éxito, cuáles fueron sus claves del éxito y sus errores. No tomes la misma ruta que ellos, pero sí obtén una comprensión de lo que hicieron para llegar hasta donde están.
– Siempre ten algo que ofrecer
Si eres nuevo en el mercado ofrece tus servicios a los demás de manera gratuita o intercambio- sin perder. Esto te ayudará a tener presencia de marca para que en un futuro puedas recurrir a ellos.
– Busca la ayuda de los mejores
Utiliza los contactos claves de tu libreta para que te asesoren en la planeación del negocio.
– Prepárate para estar incómodo, tanto física como mentalmente
Una de las mejores lecciones y experiencias más gratificantes que se pueden obtener es cuando haces algo del que no estabas cómodo haciendo. Cuando te presionas hacer y dar lo mejor de ti, tendrás la experiencia para abrirte paso y aplicar todo lo aprendido en tu nuevo emprendimiento.