A la hora de organizar el trabajo y apostar por incrementar la productividad en una organización existen diversos esquemas que pueden simplificar las tareas y el flujo de trabajo, una de las más utilizadas es GTD.
El esquema Getting Things Done que traducido al español vendría a ser algo así como «consigue hacer cosas». Se trata de un método de trabajo que ayuda a gestionar el tiempo y realizar mejor las tareas, ya sean las del día a día o las tareas del trabajo.
Este consiste en exteriorizar y enumerar todas las tareas pendientes, organizarlas y comenzar a ejecutarlas de acuerdo con su grado de complejidad y el tiempo que tengas que invertir en cada una.
La opulencia de información a la que tenemos acceso y la consecuente falta de foco y concentración que provoca, unido a la naturaleza de los trabajos que la mayoría de nosotros desempeñamos hoy en día, el «knowledge work», nos obliga a usar herramientas y métodos para poder definir, gestionar y organizar nuestro trabajo.
Su autor David Allen dio a luz este método en su libro llamado Organízate con eficacia, hoy en día un bestseller y uno de los mejores textos de organización del trabajo hasta la fecha.
El autor, afirma en su libro que la memoria humana es ineficiente, por ejemplo, ¿Cuántas veces nuestra memoria nos ha recordado algo en un momento en el que no podíamos hacer nada? y ¿Cuántas veces no recordamos algo en el momento en el que deberíamos?
Listas del GTD:
- Bandeja de entrada
- Próximas acciones
- Lista de espera
- Proyectos
- Lista de algún día
Información importante sobre la GTD
Antes de saber cómo funciona la GTD es importante que tomar en cuenta algunos conceptos clave para entender su metodología.
- Bandeja de entrada: se trata de el lugar por el que nos llega información que debemos revisar. Esta comprende desde el correcto electrónico hasta redes sociales, mensajes, llamadas…
- Cosas: todo aquello que se recibe en la bandeja de entrada. ¡No se deben confundir con las tareas!
- Acciones: se tratan de las «cosas» una vez revisadas y procesadas.
- Contexto: el límite que permite decidir si una acción se puede realizar o no. Este delimita la herramienta, el lugar y el tiempo que será necesario para poder ejecutar una acción.
- Proyecto: la GTD simplifica la definición de proyecto, se trata de cualquier proceso que requiera dos o más acciones para poder lograr su objetivo.
La metodología Getting Things Done no solo te ayuda a organizarte mejor, también te ofrece la oportunidad de aprender a mantener el control permanente sobre tus asignaciones.
Fuente: emprendepyme