El auge de la web 2.0 ha cambiado el modo en el que las empresas interactúan con los clientes. Los usuarios ya no solo buscan productos que satisfagan sus necesidades, sino experiencias que los estimulen a seguir en contacto con esos mismos servicios. Frente a ese horizonte, muchas marcas han optado por una estrategia “prestada” de una de las más grandes industrias de contenidos en el mundo: los videojuegos. Las marcas han adoptado la gamificación.
La gamificación consiste en aplicar técnicas propias de los videojuegos hacia actividades no lúdicas, para hacerlas divertidas. “Es de alguna manera utilizar el éxito de los videojuegos, de la experiencia que nos brindan, en algo que simplemente es una meta que queremos llevar”, explica Michael Bollés, Businnes Manager de PlayStation en Latinoamérica. Y para muchas empresas, esa meta es la lealtad y satisfacción de los clientes.
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Esa es la principal razón del uso de la gamificación como estrategia de marketing. Así por ejemplo, si creamos una aplicación para dieta, en lugar de indicarle al usuario cuántas calorías quemó en determinado día, se incentivará más que si por cada meta lograda acumula puntos para adquirir otros servicio gratis.
Es decir, en palabras de Daniel González, Director de la agencia de publicidad Flash Marketing y del estudio Gametopia Games: «Crear conceptos sorprendentes que motiven a la gente, que despierten en ellos la competitividad, el deseo de obtener reconocimiento o la mera diversión mientras realizan una determinada tarea». Y esto incluye comprar, suscribirse a un determinado sitio web, etc.
¿Cómo aplicar la gamificación al negocio online?
Recompensa a los clientes. Para crear más engagement con los consumidores, recompénsalos. Por ejemplo, si deseas que los clientes vuelvan a comprar en tu sitio web, recompénsalos con un descuento; más aún si son clientes antiguos.
Evita la homogeneización. Cada cliente es diferente y ellos buscan ser tratados de forma más personal. Por eso, siguiendo el punto anterior, si vas a recompensar a los consumidores procura identificar qué tipo de clientes son.
Establece metas a superar. A manera de videojuego, puedes establecer objetivos a corto y mediano plazo para que los clientes cumplan las metas en el plazo fijado. Eso sí, cada acción debe tener su premio. Así incentivas al cliente a realizar la acción que deseas, y al mismo tiempo, el cliente sale ganando.
