A los 26 años, en 1989, a David Pérez Mac Collum, Licenciado en Ciencias y especializado en Acuacultura, le nació la “virus” del coleccionismo y empezó a adquirir obras de artistas locales. Su colección llegó a convertirse en la Galería DPM, de Guayaquil, una de las de mayor trayectoria a nivel nacional.
Mac Collum recuerda que en la época en la que comenzó su emprendimiento artístico el círculo de autores era reducido y si bien existían galerías, estas funcionaban como “vitrinas expositivas”. El mayor problema – el inconveniente medular- era la aceptación del lado comercial del arte. ¿Cómo hacer del arte visual, en una ciudad tradicionalmente considerada comerciante, un negocio rentable?
Durante sus primeros años, la Galería DPM se mantuvo a flote con la venta de los cuadros u obras de las exposiciones -con las cuales ellos ganan un porcentaje- pero desde el 2004 empezaron a vender materiales para realizar obras y también a ofrecer el servicio de enmarcación. Estas actividades ayudan a que la galería se mantenga, explica Mac Collum.
Asimismo, en los inicios, el 90% del “staff” de este emprendimiento – cuatro personas- eran extranjeros; ahora esa cifra ha cambiando totalmente, ya que el 80% de su personal -seis personas- es ecuatoriano y trabaja en el local ubicado en Circunvalación Sur 111, frente al parque de Urdesa, en Guayaquil.
El amor por el arte, llevó a Mac Collum a intentar expandirse: abrió una extensión de la galería en Miami, en el 2006, pero no resultó como esperaba. “La recesión del 2008 nos obligó a cerrar en el 2010”, cuenta, pero aún mantiene varios contactos y asiste a ferias para estar a la vanguardia en el mercado del arte.
Para este coleccionista, su modelo de negocio tuvo que enfocarse, debido a que –en concepto- hablar de arte en general es un tema muy amplio. Por eso, al abrir su galería se concentró solo en mostrar obras contemporáneas. “El arte es como la medicina, tiene muchas ramas y hay una gran variedad de arte, pero opto por la especialización”.
Para Mac Collum, las obras que se exponen en la galería deben ser impactantes y sobre todo profesionales. “La calidad de la oferta actual es muy superior a la de aquellos tiempos cuando inicie; y en esto el ITAE (Instituto Superior Tecnológico de Artes del Ecuador) tiene mucho que ver”, asegura.
Antes de que el Gobierno actual dictaminara que las universidades debían ser gratuitas, la Galería DPM daba becas a diferentes alumnos para que estudiaran en el ITAE. “Por la necesidad del medio, existe una gran mayoría de autores de escasos recursos. Creo fielmente que hay que sembrar el jardín incluso del vecino, es decir, aportar al vivero de artistas”, relata Mac Collum.
Este emprendedor asegura que para la galería vienen varios cambios. “Ahora que cumplimos 23 años –el 25 de julio- vamos a renovar varios conceptos. Creo más interesante la lectura por parte del público de los cambios que hablar de ellos”, concluye.
