Como hacía Antoni Gaudí para sus creaciones arquitectónicas, los hombres de negocios también pueden inspirarse en el mundo natural para resolver desafíos de su profesión. En la web Wobi nos recordaban que los primeros intentos de volar que tuvo el hombre estuvieron marcados por la pertinaz idea de imitar a las aves, lo que prueba que desde la antigüedad la naturaleza ha sido una fuente de innovación. ¿Por qué dejarla de lado ahora, entonces?
No es fácil, por supuesto. Pero si has pensado y no se te ocurre cómo podrías adaptar las formas o los métodos de la naturaleza a tu negocio quizás estos ejemplos te sean de utilidad: el sitio GreenBiz.com hizo un recuento de las mejores bio-ideas del 2012
- La velocidad del chita. La compañía Boston Dynamic, con fondos del gobierno de Estados Unidos, creó al robot más rápido del mundo, una máquina de cuatro patas cuyo diseño se basa en la forma del animal más veloz del planeta, el chita. Fue crítico para su desarrollo la imitación de la columna flexible del felino.
- La geometría del girasol. Investigadores del MIT estudiaron las formas geométricas de las flores de girasol y usaron esa información para mejorar la eficiencia de una planta solar ubicada en España. La aplicación dio como resultado ahorros del 20%.
- La fuerza de las bacterias. Científicos de la universidad de Oxford creador un super pegamento para construcción molecular a nanoescala inspirado en una proteína única producida por la bacteria Streptococcus pyogenes, la misma que el dolor de garganta.
Ya, entendemos que estos ejemplos son netamente científicos y que probablemente no seas un físico nuclear ni un nanobiólogo. Pero la idea la has comprendido. Y si no, puedes revisar el listado completo de GreenBiz en este enlace.
