Varios pueden ser los factores para que un emprendimiento no empiece con el pie derecho: mala planificación, poco conocimiento acerca del mercado en que entra, no estar abierto a nuevas sugerencias, no tener la orientación necesaria de un especialista para que asesore sobre temas específicos, entre otros.
Alfredo Maldonado Sansores, Gerente de Proyectos de Fundación ProEmpleo, que en 2012 apoyó a más de 7,000 personas en el Programa Impulso de México, asegura que hay características o acciones de un emprendedor que pueden entorpecer el desarrollo del negocio, e inclusive retrasar su apertura.
En Cnn Expansión enumeran cuáles son las fallas más comunes de un emprendedor y cómo evitarlas:
– De aquí no me mueven
Emprender un negocio no es tarea fácil y por eso los dos primeros años son para descubrir y explorar el mercado, e irse adaptando a este, asegura Maldonado. El emprendedor se suele enamorar tanto de su idea que no suele aceptar cambios cuando se los sugieren. “Todo lo que se escribe pasa por un proceso de reflexión y prueba, por eso ayuda la elaboración de este (documento)”, asegura este especialista refiriéndose a la importancia de tener un plan de negocios.
– Las señales importan
El emprendedor debe entender las necesidades de su consumidor, no solo su perfil socio económico. Para Maldonado es necesario “profundizar y saber muy bien qué lo motiva”, cuáles son las razones que impulsan su compra, para así definir patrones de consumo.
– Organizar los recursos
Es importante tener expectativas, pero acorde al crecimiento del negocio. Es necesario tener organizado los recursos con los que se cuenta y hacer previas antes de lanzar al producto por completo, de esta manera se obtendrá retroalimentación y se podrá mejorar a tiempo.
– No perder el rumbo
Para Maldonado, otro de los problemas de emprendedores nuevos es perder el ángulo “abarcar mucho y no enfocarse en dos o tres ideas específicas del negocio”, asegura.
– Asesoría legal
Para este especialista las empresas nuevas no se protegen legalmente y hacen “negocios de palabras”. Aunque al inicio se espera que un socio sea el complemento ideal, este puede ser un gran dolor de cabeza si no se establece cual será la participación de cada uno en el emprendimiento. Por este tema, y muchos otros como patentes, propiedad intelectual y demás asuntos es necesario contar con un asesor jurídico.
