En respuesta al proteccionismo estadounidense y chino, la Comisión Europea quiere dar preferencia a las empresas de la UE en la contratación pública en sectores sensibles del Community Club. Esta medida permitiría excluir a las empresas extranjeras de licitaciones importantes. La iniciativa se incluye en la nueva Brújula para la Competitividad Europea, a la que tuvo acceso el país. es un Estrategia diseñada por el Ejecutivo comunitario Intentar reindustrializar Europa y recuperar el enorme terreno perdido -particularmente en términos de avances e implementación y desarrollo tecnológico- ante Washington y Beijing. Promover la competitividad y aumentar la productividad del club comunitario es la gran prioridad de este legislador.
El documento, la nueva brújula que orienta este camino y que la Comisión aprobará la próxima semana y que aún está en discusión, es poco ambicioso frente al enorme desafío. No contiene ningún nuevo medio para tratarlo y las fórmulas del sí aún son muy vagas, como la de una nueva ley para el espacio europeo de investigación que prevé 2026. Aunque la conclusión es muy clara: sin un crecimiento económico y una productividad más fuertes, la UE no puede llevar a cabo la transición verde, mantener su modelo social y reforzar sus defensas.
La medida que favorezca a las empresas europeas en la contratación pública, uno de los ejes de esta nueva brújula, es lo que busca la UE. Anteriormente, los Estados miembros podían oponerse a la entrada de una empresa extranjera en determinados sectores por motivos de seguridad nacional. Además, intentar bloquear su entrada a la oferta si la empresa proporciona subvenciones gubernamentales (por ejemplo, en China, donde ya se han denunciado varios casos).
Ahora Bruselas está dispuesta a dar un paso más en la revisión de la directiva sobre contratación pública. Sería una fórmula de «Europa primero» rostro Sobreproducción de productos) En la UE.
“En un contexto en el que otros actores clave están imponiendo restricciones de acceso a sus mercados y buscando aumentar la capacidad de producción en tecnologías críticas, Europa debe proteger sus propias capacidades”, dice el documento. «La revisión tiene como objetivo fortalecer la seguridad tecnológica y las cadenas de suministro nacionales, así como simplificar y modernizar las normas, especialmente para las empresas emergentes y las empresas innovadoras», continúa. La nueva formulación de la política de adquisiciones públicas se espera para 2026, según el documento confidencial.
Hay otra medida asociada a esta visión de autonomía y seguridad estratégicas. Bruselas quiere poner en marcha un mecanismo conjunto de compra de materias primas esenciales. Dice que significa identificar las necesidades de la industria de la UE, aumentar la demanda y coordinar las compras conjuntas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometido Centro en los próximos años -su segundo legislador al frente del Ejecutivo comunitario- para aumentar la competitividad y mejorar la productividad en un sindicato que va muy rezagado. El expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ya advirtió en su informe de diagnóstico al respecto que si no actúa pronto. La UE se enfrenta a un lento tormento. Por ejemplo: sólo cuatro de las 50 mayores empresas tecnológicas del mundo son europeas. Otro: alrededor del 30% de los unicornios (empresas tecnológicas jóvenes que crecen en valor hasta más de 1.000 millones) acaban en EE.UU. El análisis del ex primer ministro italiano coincide con el de otro primer ministro del país transalpino, Enrico Letta.
Ambos informes son claros. Debes actuar ahora. Y ambos suponen que las bases de la nueva brújula estratégica, que la Comisión Europea «no supo o no quiso utilizar» para dar respuestas claras a este diagnóstico, considera un alto origen en la Comunidad. La hoja de ruta que intensifica la nueva estrategia aún no está muy detallada.
El regreso de Trump y la incertidumbre sobre sus acciones (prometió que la Unión contribuiría al plan – un documento de unas veinte páginas – es más bien un truco. “Europa tiene todos los activos necesarios para ser competitiva en la economía global del mañana”. «Debe capitalizar sus fortalezas y aprovechar rápidamente su propio camino hacia el crecimiento de la productividad, basado en innovaciones que le permitan lograr un futuro sin emisiones de carbono», dice el documento.
En su denso informe, Draghi empezó esto para recuperar la competitividad y “renindustrializar Europa supondría inversiones de hasta 800.000 millones de euros al año –equivalente al 4,4%-4,7% del PIB”, datos que cuadriplican el tamaño del Plan Marshall– y financiar los planes con deuda pública. Sin embargo, la nueva estrategia de la Comisión no aumenta nueva liquidez, sino que aboga por repensar y redistribuir las partidas del presupuesto comunitario para el llamado «Fondo de Competitividad».
Otro de los ejes con los que Bruselas apuesta para mejorar la competitividad es reducir la burocracia y las tasas administrativas a las que se somete a las empresas en sus trabajos y trámites. Es otro de los grandes lemas y von der Leyen ha dado instrucciones al comisario económico Valdis Dombrovskis para que coja las tijeras para girar y cuidar del Entlor. Para dos de cada tres empresas, la carga regulatoria es el principal obstáculo para las inversiones a largo plazo, según la brújula estratégica. «Muchos señalan que la complejidad y la duración de los procedimientos administrativos y la obtención de permisos hacen de Europa un lugar menos atractivo para invertir en comparación con otras regiones», dice el documento.
La nueva estrategia incluye fórmulas de partida para Soporte de inteligencia artificial (IA)La tecnología europea y el almacenamiento de datos en la nube propondrán criterios mínimos para estos envíos en Europa y una estrategia de Unión de Datos para compartir información pública y privada y simplificar el régimen regulatorio. Y pese al diagnóstico del lento panorama de implantación en Europa -por ejemplo, sólo el 8% de las empresas europeas utilizan IA según datos de la Comisión- no están ni cerca de 500.000 millones de dólares lejos de los próximos cuatro años anunciados por Trump para Promover la inteligencia artificial.