El amor por el mundo del modelaje y la necesidad de ayudar económicamente en su hogar, hizo que Rocío Serrano a sus 18 años de edad emprendiera en asociación con Marián Sabaté y José Onías una Academia de Modelos.
Serrano cuenta que sus estudios de modelaje y actuación, desde los 15 años y en tres academias, la hizo sentir segura de poder ser una maestra. Previamente a hacerlo, trabajó durante su adolescencia en actividades relacionadas al modelaje, de las cuales pudo ahorrar dinero, actitud que su madre le inculcó desde pequeña, asegura. Además de tener experiencias en el mundo de la televisión a tan corta edad.
El asociado que mantuvo con Sabaté y Onías solo duró un año, pero esto no fue razón para que ella dejara de emprender en el mismo negocio. Serrano luego de esto decidió continuar e inauguró Life Models- Academia y Agencia de Modelos, la que empezó en la sala de su casa.
Entrar sola a los 19 años a la industria del modelaje tuvo sus complicaciones, asegura Serrano. En ocasiones, cuenta, que cuando asistía a empresas en representación de su agencia de modelos, estas no la tomaban en serio, pues se cuestionaban diciéndole: «¿Usted de verdad es la dueña?».
Asimismo hubo ocasiones en que los servicios que ofrecía su agencia no fueron remunerados y por otro lado enfrentarse a los prejuicios que hay en cuanto a las modelos. «Se cree que las modelos llevan una doble vida, entonces a veces iba con mis modelos a los castings y resulta que solo era para verlas…otra decepción que me lleve también, y fue la que derramó el vaso, fue que me pidieron modelos para damas de compañía…», cuenta. «Pese a tener todas las buenas intenciones de ponerme mi negocio honradamente y de manera correcta, me topé con estas cosas que uno nunca se espera pero pasan, sin embargo me tocó asimilarlas y afrontarlas».
Actualmente Serrano, a sus 35 años y con dos hijos, mantiene su único negocio con cinco sucursales en Guayaquil: Alborada, Esteros, La Joya, Florida y Portete. Expandir su enseñanza fuera de la ciudad está en sus planes, ahora lo hace solo para la temporada de vacacionales, pero le gustaría hacerlo permanentemente. Más allá de que su emprendimiento le da el sustento económico para su familia, Serrano cuenta con ánimo, que lo que más la llena y la motiva personalmente y profesionalmente es «ver cuántas chicas entran de una manera, tímidas, jorobadas, con bajo autoestima y de pronto tú ves que en el proceso han cambiado…tienen una mejor proyección».
Pese a ello, «este negocio es un poco cíclico, la mejor época es vacaciones, el resto del año se gana pero no en la proporción de esos meses». Escuela de Modelos Rocío Serrano es el nombre actual que lleva el negocio dado a su nuevo enfoque: «más compromiso y responsabilidad por parte de las estudiantes y el tiempo de duración de la carrera profesional de modelaje…1 año 4 meses».
La escuela de Serrano en el último vacacional tuvo 300 alumnas y ella espera seguir teniendo más, asegura. «Ha mejorado, en comparación con otros años, pero ha sido un proceso de muchísimos años de trabajo, de promoción, de quedar bien manteniendo una buena imagen».
Dado a los cambios generacionales o de tecnología en el modo de vender un negocio, Serrano comenta entre risas: «La verdad he sido un poco chapada a la antigua, he invertido muchísimo en anuncios en los periódicos, pero ya gracias a amigos estoy incursionando en las redes sociales…me tocó y creo que ya me he vuelto una adicta». Es por eso que cada día está viendo ideas para marketear mejor su emprendimiento, asegura. Actualmente ella lo hace por Facebook, Instagram y Youtube, donde sube el progreso de las alumnas de la escuela, y comenta que le ha dado buenos resultados.
«Estoy segura que si la gente supiera realmente los beneficios de nuestra escuela, sin desmerecer a otras, consideraría que manejamos un concepto diferente». Escuela de Modelos Rocío Serrano brinda enseñanza en: modelaje, baile, actuación, etiqueta social, maquillaje y peinado; además de hacer que sus estudiantes incursionen en labor social, «crezcan como ser humano, como futuras profesionales, es por eso que tratamos, más allá de la belleza, guiar para que sean Un Modelo de Mujer a Seguir, ese es nuestro lema».
Entre las cosas que Serrano aspira en un futuro tener, al que ella llama un «sueño loco», es un «gran edificio en el cual pueda tener la megaescuela de modelos y poder tener ahí mismo de todo un poco: spa, peluquería, estudio de fotos y gimnasio. Todo el paquete completo que necesita una modelo».
Esta emprendedora asegura que le gusta ver cuando la gente incursiona en su propio negocio, piensa que «mientras más joven puedas trabajar, es mejor. No soy de las que cree que debes terminar una carrera para luego ver qué hacer, todo debe estar en el mismo ruedo, a la par» finaliza.