Los fiscales que investigan el escándalo de corrupción que sacude a Corea del Sur solicitaron la detención del heredero de Samsung, Lee Jae-Yong.
El primer conglomerado del país en términos de volumen de negocio, que representa 20% del PIB surcoreano, apenas se estaba recuperando de la suspensión de la producción del celular Galaxy Note 7 a causa del riesgo de explosión del terminal.
En un comunicado, el equipo de investigadores especiales encargado del escándalo -que provocó la destitución de la presidenta Park Guen-Hye- afirmó haber pedido a la justicia una orden de detención contra el vicepresidente de Samsung Electronics, hijo del presidente del grupo Samsung, Lee Kun-Hee.
La detención de Lee Jae-Yong, que ya fue interrogado la semana pasada durante 22 horas en calidad de sospechoso por corrupción, podría tener un impacto «importante» en la economía surcoreana, reconoció Lee Kyu-Chul, un portavoz del equipo de investigadores.
Los investigadores anunciaron la semana pasada que Lee era considerado sospechoso en este escándalo, que ha ido creciendo como una bola de nieve tras la inculpación el año pasado de Choi Soon-Sil, amiga de la presidenta.
Los presuntos sobornos pagados por Samsung asciende a 43,000 millones de wones (34.2 millones de euros), declaró el portavoz de los investigadores.