Trabajar como freelance es un reto que no todos están dispuestos a tomar por miedo a la ‘inestabilidad’ económica. Es verdad que al trabajar de forma independiente nos arriesgamos a no tener un salario fijo; pero también es cierto que si trabajamos con dedicación, podemos ganar más. Y para lograrlo también es necesario evitar ciertos errores que se suelen cometer cuando somos nuestro propios jefes en el juego.
Según un estudio elaborado por la consultoría IDC, para el 2015, cerca del 37.2% de los empleados en todo el mundo empezarán a trabajar como freelance. A finales del 2013, ese porcentaje se ubicó en alrededor del 20%.
Como cada vez aumenta el número de emprendedores que desean ser los dueños de su trabajo, a continuación te presentaremos cuáles errores debe evitar un freelance para que su labor sea productiva.
¿Qué errores debe evitar un freelance?
Cobrar poco. Este es el principal dilema de los freelance, especialmente de los nuevos. Muchos subvaloran su trabajo al considerarse “novatos” o al no sentirse refugiados con el aval de una empresa reconocida, y por ende cobran mucho menos de lo que valen. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Si recién empiezas y careces de experiencia, es comprensible; pero si ya tienes algunos trabajos reconocidos y bien hechos, no dudes en cobrar lo que realmente vale tu esfuerzo.
No ser profesional con los clientes. Muchos freelance suelen malinterpretar su estatus de ‘independiente’ con ‘informalidad extrema’. La primera regla para que te tomen en serio, y hagas un trabajo bien hecho, es ser profesional en todo momento. Si no separas esa línea, los problemas profesionales se convertirán en personales, y tu trabajo será poco valorado.
No establecerse horarios de trabajo. Al ser nuestro propio jefe, solemos creer que podemos hacer lo que sea cuando queramos. Este es un error fatal, porque si no se establece un horario de trabajo o uno mismo no se exige lo suficiente, posiblemente no lleguemos a entregar un trabajo a tiempo o bien hecho.
No proponer nuevos proyectos. Los encargos que recibamos de nuestros clientes pueden tener muchas (o casi todas) las exigencias que ellos desean, pero eso no significa que debamos conformarnos con hacerles un buen trabajo y ya. Los clientes buscan más que todo compromiso, por eso, cuando completes un encargo, propón una idea para un futuro proyecto. Así ellos estarán siempre al tanto de tu trabajo y no buscarán a otro que te reemplace.
