La idea podría ser considerada el mayor activo de un emprendimiento. Sus pensadores la guardan con celo, la cuidan, la ocultan. Fernando Moncayo -miembro permanente del Foro Mundial del Emprendimiento y considerado uno de los líderes emergentes de América Latina por la revista América Economía– no la considera tan relevante. La idea, para él, es secundaria. Lo importante, según dice, es lo que el mercado necesita y la forma en que el emprendedor satisface ese requerimiento, su capacidad de ejecución. En esta entrevista, Moncayo, cofundador de Asiam Group, una empresa dedicada a facilitar negocios entre Asia y América, habla sobre cómo un emprendimiento debe encarar la actualidad…
¿Existe alguna clave para comenzar un emprendimiento en este 2012, teniendo como marco la crisis de la economía actual?
Yo lo que menos veo es crisis, hay dinero en el mercado. No me quiero meter en el tema político porque creo que sería irresponsable, pero lo que yo veo es que será un gran año para emprender. Nunca ha sido más fácil emprender gracias a todas las herramientas que el mundo globalizado le ofrece al emprendedor, gratuitas o a precios ínfimos. El mundo se vuelve cada vez más plano y las oportunidades están cada vez más presentes. Pero se necesita capacidad de acción, más que palabras bonitas.
Ha mencionado la globalización, tal vez se refiere también a las nuevas tecnologías, como el Internet 2.0 que está acercando al mundo. Quizás este sea uno de los caminos para el emprendimiento en esta época, el campo digital…
Desarrollar temas en la parte digital es una de las tendencias hoy en día. Sin embargo, no se puede descartar otro tipo de industrias, también porque lo que es, entre comillas, lo más fácil es lo más competitivo. En el resto de industrias todavía hay infinitas posibilidades. Con la globalización me refería a que las fronteras ya no existen para nosotros, tú estando de un lado del mundo puedes trabajar con un equipo que está al otro lado. Además, uno de los grandes problemas de los emprendedores era que antes tenían que comenzar con costos fijos muy elevados, pero ahora con las tecnologías que están a la disponibilidad de todos los emprendedores de forma casi gratuita los costos se han disminuido tremendamente. Ya ni siquiera las grandes necesidades de capital en una primera etapa son una excusa para no emprender, lo que hay que hacer es buscar los medios pero, sobre todo, tener la capacidad de actuar.
Pero la falta de capital sigue siendo una realidad latente. ¿Cómo empezar un negocio sin dinero?
Siempre va a ser necesario el tema del dinero. Primero hay que acudir a amigos, familiares y fools, que son las personas que en una primera etapa creen en nosotros. En ese periodo hay que tratar de mantener la necesidad de capital lo más reducida posible y desarrollar el prototipo de producto o servicio para probarlo en el mercado. En la medida en que se va generando la respuesta del mercado, se van dando los desarrollos y los cambios a ese primer prototipo. Eso es una nueva tendencia que se está manejando a nivel mundial, se llama Lean Start-up.
¿Lean Start-up?
Sí. Antes se intentaba poner las oficinas, la infraestructura, el personal y luego lanzar el producto al mercado. El Lean Startup piensa al revés: lanza el producto lo más básico posible y que sea el mercado el que diga qué cambios hacerle. Antes tú lanzabas el producto de acuerdo a lo que tú pensabas que el mercado quería y eso podía no darse, tenías altos costos fijos y un producto que no necesariamente generaba valor. Lo que sugiere el Lean Startup es dejar de pensar tanto, de complicarte la vida, de decir que necesitas cientos de miles de dólares y levantar lo mínimo que necesites, sacar un prototipo y lanzarlo al mercado. El mercado te dirá qué hacer con tu producto, cómo modificarlo, cómo mejorarlo.
¿Y cómo identificar estas claves del mercado?
Lo primero son las pruebas. Tú no puedes saber si tu idea, la más valiosa del mundo, va a ser apreciada de tal manera hasta que no la lances al mercado. Lo que tienes que hacer es ir comprobando la reacción del mercado. Puedes ver cómo se comporta un nicho específico, puedes hacer mercados de prueba. Lo importante es el cambio de mentalidad: ya no eres tú el que define qué es lo que el mercado quiere, sino el mercado define qué es lo que se busca; ya no es el emprendedor el que desarrolla el producto, sino que lo co-desarrolla con sus futuros clientes.
Eso le resta importancia a la idea. Es como decir que tu idea ya no importa, sino que lo que importa es cómo la adaptas a las necesidades del mercado…
Exactamente, siempre he dicho que la idea no vale nada. Me da risa la gente que cuida su idea y nunca hace nada porque se queda con ella. El verdadero emprendedor no es el que tiene el espíritu emprendedor, no es el que tiene la moda del emprendedor, no es el que se siente chévere llamándose emprendedor; el verdadero emprendedor es el que se lanza y hace que las cosas pasen. Siempre digo que hay tres tipos de personas: los que hacen que las cosas pasen, los que ven las cosas pasar y los que no saben qué pasó. Los emprendedores tenemos que pasar de la idea a la acción, lo que vale en el mundo del emprendimiento es la capacidad de acción y ejecución.
¿Podría nombrar cinco requisitos para emprender en Ecuador?
Decisión, capacidad de ejecución, constancia y perseverancia, disciplina y tener la capacidad de generar una red de contactos que te permita acceder a conocimientos, a nuevas ideas o a capital.