En las oficinas de la consultora Disermer, ubicadas en el segundo piso del edificio Plaza (centro de Guayaquil), Christian Macías plantea un escenario común entre los emprendedores de Ecuador: pretenden fundar su propia empresa, pero no saben por dónde comenzar, no conocen los trámites legales ni los tributarios, ni mucho menos los societarios. Macías, gerente general de la consultora mencionada, se dedica a resolver la vida a estos nuevos empresarios, quienes contratan a su empresa para que se encargue de estos trabajos.
En una entrevista con El Emprendedor, Macías explica hasta qué punto son necesarias las asesorías externas para los emprendimientos recientes. Además, advierte que no se le puede abrir las puertas a cualquiera, hay que saber diferenciar entre las empresas serias y las otras, las que ofrecen soluciones mágicas…
¿En qué medida es necesaria una empresa de consultoría tributaria, legal y financiera para un emprendimiento recién empezado?
Es necesaria porque podemos ayudar a los emprendedores con políticas de planeación tributaria, de planificación empresarial, para que no cometa los errores de un empresario novato. Nosotros, los consultores, podemos guiarlos en las parte tributaria, societarias, contable… Decirle cómo debe manejarse, cómo debe afrontar ciertos problemas…
¿Cuáles son los problemas más comunes en los nuevos emprendimientos?
Normalmente los problemas laborales. Un empresario nuevo empieza con confianza en sus trabajadores, por eso a veces no sabe que debe establecer políticas, lineamientos, el reglamento interno de la empresa… Eso es muy importante porque cuando la empresa comienza a tener problemas laborales, que los tendrá, hay que evitar las bolas de nieve, es decir, los inconvenientes que se acumulan desde la fundación.
¿Qué es lo que hay que dejar escrito sobre piedra, entonces?
Qué es lo debe hacer el empleado y qué es lo que debe hacer el empleador. Eso es básico en un reglamento interno, que será de gran ayuda en caso de presentarse un litigio laboral.
¿Hasta qué punto es confiable para un nuevo empresario abrir todas las puertas de su compañía a una empresa externa, que a final de cuentas es ajena a ellos?
Normalmente, cuando uno está comenzando, tiene que abrirse porque si se cierra pierde oportunidades. No puede limitarse a restringir información, pero, eso sí, tiene que fijarse que la consultora sea una empresa seria.
¿Y cómo darse cuenta de cuál consultora es seria y cuál no?
Aquí aplica el refrán: por tus frutos te conocerán. Hay que tener en cuenta que la empresa esté establecida en el mercado, que delimite sus funciones en un contrato y, sobre todo, que establezca tiempos. Alguien que no tiene experiencia te vende soluciones mágicas, que en su momento significan riesgos y o te está engañando o te va a generar un problema futuro.