Cuando una marca o empresa se centra en crear contenido emocional que de cierta forma impacte a quienes lo vean, es muy probable que la repercusión y alcance que tenga aumente de manera considerable. Esto se debe a que la efectividad de la publicidad digital no se debe enteramente a la cantidad de dinero invertido o las herramientas utilizadas, sino que tiene más peso el contenido que contengan y cómo afecta el mismo a la sociedad.
Según un estudio realizado por la Universidad de Pennsylvania pudo determinar por medio de reconocimiento facial, el impacto que distintos anuncios tienen en las personas. Esto se logra gracias al análisis de las expresiones faciales presentadas en tiempo real por parte de los sujetos que formaron parte del estudio. Se mostraron más de 100 vídeos a alrededor de 2 mil personas y los resultados fueron más allá de lo esperado. Por lo general, se pensaría que aquellos anuncios que evocan la empatía o felicidad son los más eficientes, mientras que aquellos que desatan sentimientos como tristeza no tienen gran repercusión. Pues eso no es del todo cierto, ya que sin importar a qué emociones evoque un anuncio, los resultados suelen ser similares. El estudio llegó a comprobar que independientemente de las emociones que un anuncio provoque a las personas, éstas van a interactuar y reaccionar en igual magnitud.
No cabe duda que crear contenido que impacte y motive a la reflexión causará que quienes lo vean se interesen mucho en él. Pero, nunca es bueno abusar. Ya que existen casos en los que fuerzan demasiado la inclusión de emociones que lejos de causar un impacto positivo en las personas, logran todo lo contrario. Este tipo de contenido suele tacharse de forzado, falso e incluso ridículo.
Fuente: Merca2.0