Después de la exposición del fundador de Atari, Nolan Bushnell, una de las ponencias magistrales destacadas del Campus Party Quito 2013 fue la del empresario mexicano-británico Marco Antonio Romero, director global de marketing de productos M2M (Machine to Machine) de Telefónica. El tema de su charla fue el Internet de las cosas, uno de los conceptos pilares del evento tecnológico y sobre el cual se basaron otros contenidos y escenarios.
Antes de indagar en lo que es el Internet de las cosas, Romero explicó por qué es importante: las cifras varían, pero se estima que de 20 a 50 millones de dispositivos en el mundo utilizan tecnología M2M, la cual es la base de lo que se conoce como ‘el Internet de las cosas’. Asimismo, el expositor aseguró que todos los principales avances en tecnología móvil apuntan a soluciones con estos mecanismos. Incluso en Ecuador, donde se espera que la Ciudad del Conocimiento Yachay incluya sistemas M2M.
¿Qué es el Internet de las cosas?
Romero detalló que se conoce como ‘el Internet de las cosas’ a las soluciones que conectan dispositivos con otros dispositivos, para mejorar la calidad de vida de las personas ofreciéndolos productos con valor agregado. De ahí la definición de M2M (Machine to Machine), o máquina a máquina en español. Por ejemplo, un smartphone que se conecta a un satélite para definir la ubicación de quien lo porta (GPS) es tecnología M2M. Igualmente, un sensor de movimiento que, al detectar que alguien entra en una habitación, envía comandos a los mecanismos de una casa inteligente para que encienda las luces.
Video explicativo sobre el Internet de las cosas
¿Para qué se usa el internet de las cosas?
Más allá de los celulares y tablets, el Internet de las cosas está siendo utilizado en otros segmentos del mercado. Por ejemplo, explicó Romero, en Europa este sistema tiene alta penetración en la industria de automóvil: gracias a un dispositivo M2M, se empiezan a cobrar seguros de autos dependiendo de cómo los conduzcan sus propietarios; además, según el expositor, a partir del próximo año todos los vehículos nuevos del viejo continente deberán tener un mecanismo que, en caso de un accidente, reporte automáticamente lo ocurrido a las centrales de emergencia. Eso, por supuesto, es tecnología basada en el Internet de las cosas.