La nueva normalidad nos ha obligado a adaptarnos al teletrabajo, prácticamente todos los días estamos expuestos a videollamadas que, al final del día, pueden dejarnos agotados.
El teletrabajo no se trata sólo de Zoom, sino de cualquier otra herramienta de uso común actualmente, como:
- Meet
- Teams
- Webex
- Skype
Que podrían ofrecer opciones más amigables y adaptables al uso del consumidor.
Fue en 2020 como consecuencia de la pandemia del covid-19 que se disparó el uso de las plataformas.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford, por el profesor de comunicación Jeremy Bailenson, director del Laboratorio Virtual de Interacción Humana, se detuvo a investigar las secuelas psicológicas de estar varias horas frente a las plataformas de video llamadas populares.
La fatiga por Zoom se define como un estado de hastío, cansancio y aburrimiento que puede sentir un usuario al atender múltiples juntas, clases o eventos en línea durante el día.
Efectos del teletrabajo
Los efectos causados por esta fatiga pueden ser perjudiciales para un ambiente didáctico, especialmente si se presentan frecuentemente.
Cantidad excesiva de contacto visual
Estar permanentemente mirando una pantalla, donde las personas se mueven, y, a la vez, hacer foco en los detalles, las expresiones, la calidad de la comunicación y las tareas en sí, suele ser agotador. ¡Y todo eso lo haces al mismo tiempo!.
En una videollamada cada uno está mirando a todas las personas y te están mirando, en el caso de que tengas la cámara encendida.
Esto es especialmente estresante para personas con miedo a la exposición pública, como por ejemplo los que tienen miedo a hablar frente a otras personas.
Verte todo el tiempo en Zoom te agota
El admirarse a sí mismo en tiempo real es una experiencia antinatural, lo comparan con la situación de tener a alguien siguiéndote con un espejo todo el tiempo, mientras hablas, discutes, tomas decisiones, das o recibes retroalimentación.
Sería algo que nadie elegiría experimentar.
Hay estudios que demuestran que cuando uno está en presencia de su reflejo, te vuelves más crítico de ti mismo, y al ver nuestro reflejo por horas en videoconferencias está teniendo sus repercusiones en nosotros mismos.
Reducen la movilidad natural humana
Las reuniones presenciales le daban más espacio a una persona para moverse y caminar.
Dentro de las videoconferencias las cámaras solamente tienen un solo ángulo, por lo que la persona se ve obligada a mantenerse dentro de cuadro con poco espacio alrededor.
El movimiento de la persona se ve limitado en formas que no son naturales, en este sentido, investigaciones recientes destacan que las personas muestran mejores resultados cognitivos cuando se encuentran en movimiento.
Atención cognitiva
La comunicación no verbal es mucho mayor en encuentros personales y en las plataformas de videoconferencia esto se elimina por completo.
Cuando hay este tipo de comunicación, cada persona interpreta naturalmente los ademanes o señales subconscientemente, por lo que en videoconferencias tenemos que trabajar un poco más duro para mandar estas señales o recibirlas.
Con todo esto nos podemos dar cuenta que, definitivamente, nuestros cuerpos no están diseñados ni preparados para pasar largas horas observando una pantalla en una sola posición.
Esto nos hace extrañar aún más las convivencias de persona a persona.
Fuente: roastbrief